Cuentos de Hadas: una Alquimia espiritual |
escrito por Editor VOPUS | |
Los niños pequeños antes de los siete años están llenos de Sencillez y verdadera Belleza Interior debido a que sólo se expresa a través de ellos la viviente Esencia de la vida, en ausencia del Yo Psicológico.
Debemos llegar a ser como niños para poder entrar en el Reino de los Cielos. Pero a veces nos olvidamos de los mismos niños...
Sabemos que nuestro Trabajo Interior Psicológico es
fundamental para la eliminación de nuestros defectos, para llegar a
cristalizar todas y cada una de las Virtudes latentes en nuestro
interior y alcanzar el estado de pureza y bienaventuranza última e
imperecedera.
Dicho trabajo ha de ser consciente y con rectos
esfuerzos. Supone un gran sacrificio por nuestra parte conservar ese
constante estado de recordación de sí mismo de instante en instante.
¿Pero cómo hacer comprender a un niño de 5 años lo que muchas veces nos
cuesta comprender a nosotros mismos?
Existe un maravilloso mundo lleno de simbolismos que
ayuda al niño a comprender la necesidad de ser mejor cada día y cómo
poder lograrlo. Les decimos: "Tienes que ser más bueno". Pero ellos nos
preguntan: "¿Y cómo hago para serlo?" Y a veces nos encontramos ante
preguntas que nos dejan perplejos: "¿Y qué tiene de malo no ser bueno?"
Nuestro mundo materialista les enseña que los malos
consiguen lo que quieren a fuerza de violencia, ¿cómo hacerles
comprender que existe una Fuerza Superior llamada AMOR que consigue todo
lo que se propone sin violencia? ¿Cómo hacerles comprender qué es lo
que realmente debemos anhelar y conseguir?
Los cuentos de hadas son el camino más simple y completo para hacerles llegar ese conocimiento.
Ellos nos hablan de ALQUIMIA y de KABALA de una forma tan sencilla, que casi no nos damos cuenta.
A través de cuentos como "Cenicienta" o
"Blancanieves" se nos habla, una y otra vez, de la necesidad de
transmutar nuestro PLOMO-MATERIA en puro ORO-ESPIRITUAL por medio de una
serie de pruebas cotidianas que los protagonistas de los cuentos
soportan con dulzura, sin perder nunca su buena voluntad hacia quienes
les ofenden.
Así, Cenicienta ayuda con afecto a sus hermanastras
que parten para el baile, y sentada entre las cenizas del hogar, próxima
a la chimenea, que es el símbolo de la comunicación entre el Cielo y la
Tierra, no se queja ni se venga. Al igual, Blancanieves, que a pesar de
la maldad de su madrastra y de los intentos de ésta por acabar con su
vida, no organiza una lucha para asaltar el castillo.
De esta manera, con su dulzura, los personajes de los
cuentos de Hadas nos dan una lección de Paciencia y Bondad. Nos enseñan
el modo de lograr nuestra Alquimia Espiritual.
El Verdadero Alquimista no sólo transmuta sus
Energías Creadoras, sino también todas las situaciones que le ofrece la
vida, ya sean estas agradables o desagradables.
Las pruebas que tienen que superar los personajes de
los cuentos de hadas son símbolos profundos del Camino Iniciático, como
ocurre en el cuento de "Las Habichuelas Mágicas", que simboliza la
Ascensión Espiritual y su victoria sobre el Ogro (paradigma de los más
zafio en nuestro interior: envidia, ira, lujuria, avaricia, orgullo,
etc).
También vemos la Kábala Esotérica reflejada en ellos:
El número 7 se repite con insistencia en cuentos como el de
"Blancanieves": sus 7 años, los 7 enanitos con sus 7 camitas, sillas,
platitos, esta constante intenta recordarnos su potencialidad en la
Creación.
En el Tarot, el Arcano Nº 7 representa el camino de
luchas y esfuerzos, pruebas, sufrimientos, pero que al final, si se
persevera en el esfuerzo, y se tiene paciencia y serenidad, vendrá el
esperado triunfo.
Igualmente, al número 3 lo vemos reflejado en muchos
narraciones. El es la expresión del sacrificio que precede a cada acto
creador y que por eso aparece en todas las prácticas mágicas: Tres
suelen ser las Hadas convidadas a las bodas y bautizos de príncipes y
princesas; 3 los enigmas a resolver en los relatos maravillosos; 3 los
deseos a pedir al genio; 3 las pruebas que deben pasar los
protagonistas, etc., además de otras cosas este ternario es el ritmo de
la vida misma: Juventud, Madurez, Vejez; o así mismo, Nacimiento, Vida y
Muerte.
El final feliz es una expresión de todas las
enseñanzas esotéricas, que nos dicen que la única y verdadera felicidad
se halla en la superación de los obstáculos materiales y en la
eliminación del enquistamiento de nuestros Yoes Psicológicos. Analicemos
esa última frase que corona a cada final feliz: "Y colorín colorado, este cuento se ha acabado".
Dicho color es el rojo y no otro, haciendo alusión al color que deben
adquirir nuestras aguas seminales por medio de la transmutación y la
purificación, para que reflejen el también simbólico Faisán Rojo, que es
el que señala, simbólicamente, el paso previo al advenimiento del Fuego
Sagrado del Kundalini, cuando esa Serpiente de Mágicos Poderes comienza
a despertar.
En otros tiempos los símbolos no estaban tan distantes de la comprensión racional como ahora.
El hombre, al ir perdiendo los dones de sus Sentidos
de Percepción Interna, que le permitían estar en contacto directo con
los Gnomos, las Ondinas o las Hadas, los ha ido relegando y considerando
algo ilusorio y fantasioso, no así los niños quienes en su etapa más
inocente y pura conocen y están en contacto con ese Mundo Mágico y Real.
Por eso no debemos impedir que el niño utilice su
"Fantasía", que en realidad es Imaginación Consciente , si lo hacemos,
toda su vida espiritual perderá fuerza.
Nos toca a nosotros, como padres y educadores,
ayudarles para que no pierdan esos poderes maravillosos. Tenemos las
herramientas que caritativamente nos legó el V.M. Samael,
¡utilicémoslas!
Es nuestro deber no dejar que los niños pierdan algo que a nosotros nos cuesta, ahora, mucho recuperar.
Dado que ellos son la esperanza del futuro y como no
sabemos cuanto tiempo nos queda y nosotros los adultos ya hemos perdido
bastante, es nuestra obligación no hacérserlos perder a ellos.
Fomentemos esos maravillosos poderes que aún
conservan y ayudémosles en su trabajo interior, con narraciones
aparentemente tan infantiles, tan inocentes que les permitirán alcanzar
aquello que en realidad se encuentra dentro de ellos mismos. Recordemos
lo dicho por Mircea Eliade, profundo conocedor de los mitos y el
esoterismo: "Todo ser humano desea experimentar ciertas
vivencias de situaciones peligrosas, enfrentar tribulaciones
excepcionales, penetrar en el otro mundo, y se puede experimentar todo
esto leyendo u oyendo Cuentos de Hadas".
Mapi Marrero Naranjo
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