LA RABIA Y LA TRISTEZA
La rabia y la tristeza son ambas lo mismo. La tristeza es rabia pasiva y la rabia, tristeza activa. Debido a que la tristeza viene con facilidad, la rabia parece ser difícil, porque estás demasiado poco a tono con lo pasivo. Es difícil para una persona triste estar furiosa. Si puedes hacer que se enoje una persona triste, su tristeza desaparecerá inmediatamente. Será muy difícil para una persona furiosa estar triste. Si puedes hacer que se entristezca, su rabia desaparecerá inmediatamente.
En todas nuestras emociones la polaridad básica continúa, entre hombre y mujer, yin y yang, lo masculino y lo femenino. La rabia es masculina, la tristeza es femenina. Así que si estás sintonizado con la tristeza es difícil pasar a la rabia, pero a mí me gustaría que tú pasaras. Hacer que explote interiormente no será de mucha ayuda, porque nuevamente estás buscando alguna forma de ser pasivo.
No. Sácalo, ponlo fuera. Aunque incluso parezca una tontería, también entonces. Sé un bufón frente a tus propios ojos, pero sácalo. Si puedes navegar entre la rabia y la tristeza, ambas se vuelven similarmente fáciles. Habrá una trascendencia y entonces tendrás la capacidad de observar. Puedes ponerte detrás del escenario y observar esos juegos y entonces puedes ir más allá de ambas. Pero primero tienes que moverte fácilmente entre ambas, de otra manera tenderás a estar triste, y cuando uno está pesado, la trascendencia es difícil.
Recuerda, cuando dos energías, energías opuestas, son exactamente parecidas, cincuenta y cincuenta, entonces es muy fácil traspasarlas, porque ellas luchan y se cancelan una a otra, y tú no estás bajo ningún dominio. Tu tristeza y tu rabia son cincuenta y cincuenta, energías iguales, así que se cancelan una y otra. Repentinamente tienes libertad y puedes escaparte.
Pero, si la tristeza es de un setenta por ciento y la rabia de un treinta por ciento, entonces es muy difícil. Un treinta por ciento de rabia en contraste con un setenta por ciento de tristeza quiere decir que hay un cuarenta por ciento de tristeza aún presente, y no será posible; no serás capaz de escaparte fácilmente. Ese cuarenta por ciento te agobiará. Así que ésta es una de las leyes básicas de las energías internas: Dejar que las polaridades opuestas tengan un mismo status; entonces eres capaz de escapar de ellas. Es como si dos personas estuvieran peleando y tú pudieras escapar. Están ellas tan ocupadas entre sí que tú no necesitas preocuparte, y puedes escapar. No incorpores la mente. Haz de ello un ejercicio simplemente.
Puedes hacer de ello un ejercicio diario; olvídate de esperar a que venga. Cada día tienes que enojarte, así será más fácil. Por tanto brinca, corretea, grita y prodúcela. Una vez que la puedes producir sin motivo alguno, estarás muy feliz porque ahora tienes una libertad. De otra forma, incluso la rabia está dominada por las situaciones. No eres el amo de ella. Si no puedes producirla, ¿cómo puedes dejarla?
Gurdjieff solía enseñar a sus discípulos a no empezar por abandonar lo que sea. Empieza primero por producirlo, porque sólo una persona que pueda crear rabia a su antojo puede ser capaz de abandonarla a su antojo: Simples matemáticas. Así que Gurdjieff pedía a sus discípulos que aprendieran primero a tener rabia. Todo mundo se sentaba y él decía de repente: “Número Uno, ¡póngase de pie y enfurézcase!”. Parece muy absurdo. Pero si puedes producirla…, y siempre está disponible, justo en la esquina; tú sólo tienes que hacerla entrar. Viene fácilmente cuando alguien te da una excusa. Sí alguien te insulta, allí la tienes.
Así que, ¿para qué esperar el insulto? ¿Por qué dejarse dominar por el otro? ¿Por qué no producirla tú mismo? ¡Prodúcela tú mismo! Al comienzo parecerá un tanto extraño, fuera de lugar, increíble, porque siempre has creído en la teoría de que el insulto de alguien más ha producido la rabia. Eso no es verdad. La rabia siempre ha estado ahí; alguien ha dado simplemente la excusa para que ella surja. Puedes darte una excusa. Imagina una situación en la que has estado enojado, y ponte furioso. Habla con la pared y di cosas, y pronto la pared estará hablando contigo. Enloquécete completamente.
Tienes que situar la rabia y la tristeza en un status similar en el que sean exactamente proporcionales una a la otra. Se cancelarán mutuamente y tú podrás escapar. Gurdjieff solía llamar a éste, “el camino del hombre astuto”: Llevar las energías internas a un conflicto tal que se ocupen entre ellas de cancelarse mutuamente, y tú tengas la oportunidad de escapar.
Osho , Get Out of Your Own Way , Capítulo 4
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