Todo masón debe llevar en tenida de Logia, o al interior del Templo en actitud de trabajo, el paramento llamado mandil, y solamente cuando lo lleva se dice en términos masónicos, que "está debidamente vestido". Puede ostentar además las condecoraciones y joyas distintivas de su cargo o del grado a que pertenece, pero sin mandil no puede entrar en la Logia. Sólo se exceptúa al candidato a la iniciación, que como aún no es masón no puede llevar dicho símbolo. Los hermanos de algunos grados superiores sustituyen el mandil por otro elemento simbólico pues se estima que ya no lo necesitan.
La necesidad de que todo masón esté apropiadamente vestido al interior de la Logia o del Templo, nos habla de símbolos heredados de los antiguos Misterios y también ubica al mandil como la prenda fundamental de la vestimenta masónica. El uso de un mandil queda grabado en su superficie, y su desgaste es producto del intenso trabajo. Por ello no es aconsejable renovarlo a menudo a menos que esté destruido.
El mandil moderno se ha desviado algún tanto de la forma que tuvo en el antiguo Egipto, y sin duda se modificó cuando las persecuciones ec1esiásticas obligaron a la unión de los masones especulativos con los prácticos. El antiguo mandil egipcio, era triangular, con la cúspide hacia arriba y sus adornos diferían en varios aspectos de los que ahora se usan. El cambio más importante, ha sido la notable reducción de su tamaño, y lógicamente los materiales y métodos usados para su elaboración.
El Aprendiz lleva el mandil con la babeta levantada, de suerte que forma una figura de cinco ángulos, que es producto de la unión del tres y el cuatro, representados por el triangulo y el cuadrilongo o rectángulo. El triángulo formado por la babeta está sobre el cuadrado, y significa que en aquella etapa la tríada superior planea sobre el cuaternario inferior, pero que apenas le sirve todavía de instrumento. En el siguiente grado, se deja caída la babeta para demostrar que el alma está ya en el cuerpo y por su medio actúa. El círculo formado por el elemento que lo adosa al cuerpo es la tercera figura geométrica que sumada al triángulo y cuadrado nos estimulan a estudiar la relación de la geometría y sus figuras básicas en el simbolismo masónico. Simboliza también el círculo que rodea el infinito, lo desconocido, los misterios profundos que el hombre debe arrancar y conocer, para salir de las dudas e incertidumbres en que vive. La piel de cordero con que se confeccionaba antiguamente, es el símbolo de la pureza e inocencia, pero asimismo significa la blancura del alma no evolucionada, lo llamado en Teosofía cuerpo causal, que según progresa el ego, va tomando brillantes colores correspondientes a sus nuevas vibraciones.
Según la Enciclopedia de Mackey, el mandil es el mismo en los tres grados de la Masonería Azul, de piel blanca de cordero ribeteada de azul o simple tela blanca. En el G:. O:. M:. Ch:., usamos el color blanco para AApr:. y CComp:., siendo el mismo Mandil que se ocupa en ambos Grados, con la sola diferencia de que en el Seg:. Gr:. se abate la babeta, con el significado anteriormente descrito. Los mandiles de Maestro son blancos con bordes rojos o azules y llevan al reverso una calavera con tibias cruzadas en fondo negro, para ser usado en las Tenidas Fúnebres. No hay consenso en el uso de los dos colores, dentro del mismo Rito, donde el azul viene de las Logias Inglesas y el rojo de logias aún más antiguas donde trabajaba Elias Ashmole, orígen presunto del R:.E:.A:. y A:.
Son muchos los tipos de mandil usados alrededor del mundo, con diversas insignias y colores que van mostrando diferentes grados en la escala de los diferentes ritos. Por cierto tampoco el mandil escapa a la vanidad de algunos hermanos que gustan ostentar títulos, grados y otras condecoraciones obtenidas. Sin embargo el símbolo más importante del mandil es el del TRABAJO.
Juan Eduardo Galleguillos M.
M:.M:.
Publicado por ANFORA
No hay comentarios:
Publicar un comentario