Publicado por Lalo Figueroa
Las logias masónicas no son ajenas a las estadísticas del pobrísimo nivel de lectura que viven los países de América Latina ese sonado nivel cultural que poseían los masones de antaño parece que hoy ha quedado muy atrás, hoy la inmensa mayoría de los masones ni siquiera sabemos de masonería y muchos menos sabemos de historia, geografía, filosofía o literatura universal.
Tan es así que la ortografía de muchos es prueba evidente de su escaso interés por los libros, hoy la masonería ya no es ajena a la sociedad de la ignorancia, al repudio generalizado del saber y ha adoptado como muchas instituciones el dejar pasar.
La Masonería ha dejado de ser una escuela del saber, para convertirse en un club social o político y ahora pagamos las consecuencias.
El fanatismo masónico aquél que demuestran los llamados defensores a ultranza de los llamados landmarks no son sino fruto de esta escalada social hacia el abismo que fomenta la ignorancia y el repudio a la cultura y a la lectura de los libros.
Hoy el masón ya no es referente cultural, ha pasado a un segundo y tercer término su actuación social, hoy ya no se le reconoce como una persona culta, solo salvado por unas cuantas excepciones.
Las logias son los clubs del copy-paste (copia y pega) donde año tras año se repiten los mismos trabajos, si tan solo las logias fueran un club de lectura de libros trascendentes en áreas como la historia, filosofía o literatura universal, estaríamos regresando a nuestro origen, a convertirnos en verdaderos centros de cultura para el ser humano.
Ya ni hablar de las artes liberales las cuales hoy son una verdadera utopía:
la gramática, lingua "la lengua";
la dialéctica, ratio "la razón";
la aritmética, numerus "los números";
la geometría, angulus "los ángulos";
la astronomía, astra "los astros";
la música, tonus "los cantos".
Si las logias al menos fueran un club de lectura
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