domingo, 30 de agosto de 2015
Disquisiciones sobre los orígenes masónicos…entre operativos y especulativos
Disquisiciones sobre los orígenes masónicos…entre operativos y especulativos
Una de las cuestiones que más parece preocupar a un buen sector de la masonería, es el controvertido tema de los orígenes masónicos y su relación con determinadas herramientas, lo cual nos devuelve una y otra vez, a modo de bucle, sobre los préstamos entre la masonería operativa o sea el mundo de los Old Charges, y la masonería especulativa y su plasmación final con la fundación de la Gran Logia de Londres en 1717.
No deja de ser cierto que las famosas Constituciones de Anderson, las cuales no han tenido mucho presencia en el seno masónico anglosajón, pero no deja de ser cierto que forman parte del puzle de los orígenes, como una pieza más, puesto que no será hasta mediados del siglo XIX cuando se rescaten estas Constituciones para a su vez reforzar ciertos aposturamientos dogmáticos, aunque no por ello debemos olvidar que los textos andersonianos recogen en líneas generales ciertas referencias acerca de los Antiguos Deberes plasmadas dichas alusiones sobre todo en estos puntos:
Discurso legendario histórico y una exaltación a las Artes Liberales.(1)
(1) En este sentido, James Anderson en 1723 en su compilación conocida como las Constituciones de Anderson, se apropia de las raíces antediluvianas cuando aborda la creación de a geometría, anexionando implícitamente a tales artes con respecto a una cierta sacralización, infiriendo la presencia de Egipto y el Templo salomónico; lo cual sería el acicate para recuperarnos de las ruinas de la ignorancia gótica.
Un topos que por otra parte ensalzará el Renacimiento, y que devendrá en la forma en que Anderson presenta la creación de la Gran Logia, como una cuestión de nobles que restauran el viejo saber, un forma a modo de salvarnos de dichas ruinas, y en lo cual devendrá a su vez el discernir que en 1736 desarrolla el Caballero Ramsay en su famoso discurso, en el cual insistirá en restablecer los Templos cristianos de la Tierra Santa.. siendo así que los Príncipes religiosos y guerreros volverán iluminar, edificar y proteger los templos vivos del Altísimo….
De este modo yuxtapone en su discurso el trabajo masónico con un cierto fondo religioso que ya no se abandonará, mezclando claro está, el mundo operativo con el especulativo, y asemejando implícitamente el mundo operativo con los grados azules de la masonería simbólica, y bajo esta perspectiva, la masonería especulativa vendría a corresponder con la masonería caballeresca que representarían a su vez los Altos Grados, y no cualesquiera.
De hecho algunos rituales intentan discernir entre los masones de teoría y de práctica (Le Sceau Rompu 1745)
Una Ceremonia de recepción, con lectura de los Deberes y exhortación a respetarlos (2)
(2) Con respecto a la recepción, indicar que pese al gran énfasis que puso la masonería, sobre toda la tradicional, tendente en mostrar el hecho de que la entrada en la masonería fuera tratada como una cuestión de alta importancia espiritual, la cual llega a revestir tintes casi sacrales, haciendo pasar desde esa concepción y de forma casi subliminal la primigenia Recepción, presente en la primeriza masonería especulativa, volcando una mayor carga planteado un cambio semántico no menor hacia la INICIACIÓN, y desde luego planteando esta como el gran paso que nos llevaría hacia un cierto estadio esotérico-espiritual , a modo de grandes iniciados
Sin embargo debemos tener claro que la Iniciación, como tal, es una palabra y un concepto, que empieza a aparecer a partir del siglo XV, y cuya utilización se hace con un sentido y en un ámbito muy determinado, como era la admisión en el seno de la religión cristina, tal y como se recoge en 1772, será a partir de 1786 cuando se empiece a recoger esa tendencia de hablar de la iniciación como acto de entrada en el ámbito masónico.
Pero en general los primeros rituales, para nada nos hablan de temas iniciáticos, tal estructura conceptual irá desarrollándose con el paso del tiempo, y sobre esto lo podremos observar a partir de las formas pre-rituales y rituales que irán declinando, entre otras cosas hacia una simbolización moral de las herramientas del oficio utilizadas por la masonería moderna o especulativa.
Será pues el Regulador del Masón (1786), cuya compilación nos refiera en los viajes de la recepción del Compañero el que muestre la asociación de las herramientas operativas y su simbolización en un contexto ya puramente especulativo, recogiendo en parte lo que ya había avanzado el ritual Vrai Catechisme y algún otro, aunque bajo pero bajo una cierta forma «amoral».
Así mismo esa inspiración operativa de la cual se va impregnado la masonería, la podemos rastrear también en la Guide des Maçons écossais (1804) es así como podemos ver que en el grado de Compañero aparecen en el primer viaje el mallete y el cincel; en el segundo viaje: el compás y la regla; en el tercer viaje: la regla y la palanca; en el cuarto viaje: la escuadra y el compás; y el en el quinto viaje: la punta de espada apoyada sobre el corazón del recipiendario.
Todo este conjunto de herramientas simbolizadas que expongo, lo podemos ver en cada tenida por medio del Tablero de logia que debería ser para los obreros del taller un auténtico paratexto conceptual a tener en cuenta.
Me estoy refiriendo a un discurso desde el cual nos hablan los llamados tapices de logia, que materializan a modo de un mosaico iconográfico un grafico «mason word» que intenta transmitir cierta dimensión operativa de forma simbolizada para uso del mundo especulativo masónico.
Que por cierto en las representaciones especulativas más antiguas apenas si se cruzan elementos tan simbolizados como son la escuadra y el compás, que tanta significación tendrá más adelante., y cuyos elementos (Compás y escuadra) están presentes en algunas tumbas o representaciones de los operativos medievales, certificando con ello una marca de referencia, en las cuales por otra parte se dan las primeras yuxtaposiciones entre ambas herramientas, marcando la antigua forma que no siempre reconoceremos, ya que más adelante, dicho entrecruzamiento, entre escuadra y compás, nos estarán indicando más cosas…
La masonería tradicional, tal vez queriendo recuperar la plusvalía que marcaron los «Antiguos», esté intentando verificar de este modo la dimensión simbólica del oficio, la cual se establece en el siglo XIII, con parte los elementos mencionados a modo de querer representar la figura del Gran Creador, el Gran Arquitecto del Universo , o sea el GADU de los masones actuales.
En todo caso no es menos cierto que estas herramientas marcan la estructura de los tableros de logia y certifican el préstamo operativo con la presencia de dichas herramientas, en principio presentadas de una forma amoral y por supuesto nada divinizada, a cuya panoplia de herramientas se une toda una cosmogonía de elementos en base a la presencia de la luna , el sol, o la estrella filante, que con el tiempo devendrá en estrella flamígera, buscando esa sacralidad de la que estamos hablando, y cuyo estudio he desarrollado en este otro artículo sobre la Estrella Flamígera: http://www.victorguerra.net/2015/03/la-estrella-flamigera-la-estrella-de.html
Otro aspecto de esa filiación operativa es la La presencia de preguntas y respuestas que devendrán con el tiempo en catecismos , sobre manera relacionada con las herramientas(3)
(3) La presencia de utensilios que conforman la iconografía operativa son más evocativos que otra cosa, pues apenas si existen textos acompañantes a la panoplia de herramientas y menos aún que nos hable de su simbolización, digamos que los textos antiguos son generalmente mudos en cuanto a extenderse sobre dichas herramientas, y menos aún sobre su significación simbólica.
Aunque abruma la presencia del compás y la escuadra en masonería,la escuadra atestigua su dimensión especulativa durante el siglo XVI por la llamada Escuadra de Limerick que contiene esta significativa inscripción: Me esforzaré en vivir con amor y caridad sobre el nivel y por medio de la escuadra”, y sobre la cual el aprendiz prestaba su promesa. En Le Mystère de la franc-maçonnerie ya indicaba esto escuadra es un signo.
Como tal, la escuadra junto con el compás, se les fue dotando de un sentido moral que se encuentra en el seno de Les Trois coups distincts., jugando así un eslabón conceptual entre dos campos, como es el operativo y el especulativo, este último irá exprimiendo poco a poco el significado de dichos elementos estableciendo una simbología moral que se plasma sobre manera en los tableros de logia de los Altos Grados, aunque no siempre bajo las clásicas formas entrelazada con el compás.
El Compás y la Escuadra como tal,omnipresentes en otros ámbitos, masónicos, solo los rastreamos en estos contextos de los Antiguos Deberes y en los rituales citados:
Sloane 1700 (por dios y por la escuadra) y el compas y escuadra posturas durante la promesa…
Dumfies 1710 y el Trinity College (1711) Las luces de la logia: Escuadra y compás…
Le Grand Mystère des Francmason (1724): Dios y la escuadra
Toute l´institutión de la maçonnerie (1724) Quien el maestro de todas la logias (dios y la escuadra) y la palabra secretas (escuadra y compás..) y también en L´Organisation de los Franc-maçones (1725)
Le Grand Mystere devolie (1726) ¿Cual es vuestro creador? Dios y la escuadra
Le Aveux d´un maçon (1727) ) la escuadra y el compás se citan en varios momentos
Wilkinson 1727: (entre la escuadra y el compás) y se promete entre la escuadra.
Le Mystere de la franc-maçonnerie (1730) (toda la escuadra es un signo)… entre la escuadra y el compás
La maçonnerie examineé en détail . Pritchar 1730 Entre la escuadra y el compas.. todas las escuadras son…
Le Scau Rompu (1745) la mano derecha sobre el compás y la rodilla desnuda en escuadra
Les Trois Coups distincts (1760) Escuadra una de las tres luces junto con el compás
No es que haya una presencia excesiva a juzgar por la cantidad de textos en los cuales se denota la presencia de estas dos importantes herramientas, pero sí que ello nos evoca la importancia de una cierta corriente, que según un estudioso como Jean-Michel Mathoniere, prejuzgaría la existencia de una cierta presencia masónica pre-especulativa ligada sobre todo al redescubrimiento de Vitrubio y el Arte de la Memoria,
Esto ha llevado a ciertos historiadores a exponer una cronología un tanto sistemática y sintética, acerca de las imágenes y los discursos sobre las herramientas tratadas, y que nos pueden ayudar a entender la aparición y desarrollo simbólico ritual de las herramientas que los masones contemporáneos hemos simbolizados para el desarrollo de nuestro trabajo cotidiano:
Un período medieval, (Antiguos Deberes) siglo XVII y XVIII, en los cuales los textos insisten sobre las artes (liberales) y no mencionan la existencia de los tablerow de logia, pero integran dichos utensilio bajo forma figurativas en los textos sobre todo escuadra y compás.
Etapa en que los primeros tableros de logia (Aprendiz y Compañero,) en los cuales por un lado yuxtaponen y asocian el discurso ritual, en el cual no citan las herramientas, pero insisten en las artes liberales, y luego una presencia afirmativa en los tableros de logia donde las herramientas estructuran el espacio
Etapa, fin del siglo XVIII en que se incide en el redescubrimiento del carácter operativo, no solo emblemático de las herramientas, con representaciones en la tableros de logia bajo los nuevos discursos asociados con estas, teniendo en cuenta que dichas herramientas en los tableros estructuran el espacio y determinan el lugar de los oficiales en la logia.
Otra cosa muy distinta son las herramientas en los Altos Grados, que van cambiando conceptualmente, virando algunas de ellas hacia utensilios convertidos en armas para perpetrar un crimen; lo cual resulta paradójico e interesante a la hora de investigar y analizar tales hechos. Esta claro que estamos ante una primera masonería, donde la espada no juega ningún papel, y por tanto la armas de ataque o defensa en general son los utensilios del oficio.
Está claro que los orígenes legendarios se han ido desarrollando a lo largo de los siglos generando todo un campo en el cual el romanticismo masónico, cuando no la ignorancia, y la falta de estudio serios y rigurosos han magnificado e incluso desnaturalizado las influencias de nuestros antecesores los operativos, haciéndoles aparecer como fieles padres de una filiación y un corpus con mensaje moral incluido, que se intenta llegar con él al nirvana de la sacralidad y la divinización del hecho masónico,
Sobre cuyas cuestiones está claro que queda mucho trabajo por deslindar y clarificar…
Eso sí hemos de partir del hecho que el masonería moderna de 1717 jugó con dichos parámetros, no para verbalizar o asentar una cierta divinización, sino para crear un espacio nuevo: neutro y de consenso, en el cual todos pudiéramos encontramos sin la subyugación de formas y fórmulas, como hombres libres, dispersos por el mundo y cuyo nexo de unión bien pudiera ser la llamada masonería especulativa de 1717.
Víctor Guerra. MM.:. Logia Progreso 1850, Le Droit Humain.
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