MASONERÍA PROGRESISTA Y DOGMÁTICA
Por: Iván Herrera Michel
Me ha invitado mi Taller a compartir algunas reflexiones sobre lo que entiendo por Masonería progresista y adogmática, así como por Masonería dogmática.
En realidad, estas son dos nociones Masónicas muy propagadas en la retórica de la Orden desde hace un par de siglos, y sobre los que en varios países latinoamericanos solo se ha venido a debatir desde hace unas dos o tres décadas, en virtud de la autarquía, que bajo el signo de la “regularidad” (en su significación anglosajona) se vivía en ellos. Muy a pesar, de la presencia desde 1919 de Logias mixtas, jurisdiccionadas a la Orden Masónica Mixta Internacional “El Derecho Humano”, fundada en el Or:. de Paris el 4 de abril de 1893, paralelamente con las Logias mixtas de México.
Suele encontrarse en la literatura Masónica, que se califica a Grandes Logias como dogmáticas o progresistas, a partir, principalmente, de su disposición frente a la Iniciación de las mujeres, las visitas de las Masonas, el posicionamiento teológico en torno a la alegoría del “Gran Arquitecto del Universo”, la creencia en la existencia de un “ser supremo” y la presencia en los trabajos de un libro considerado como sagrado.
Sin embargo, la calidad de progresista o dogmática de una Gran Logia Masónica no se agota allí.
Si una Obediencia Masónica Inicia mujeres y varones en igualdad de condiciones, y exige al mismo tiempo en sus Talleres la presencia de un libro considerado como sagrado, o la creencia obligada en un “ser supremo”, o en un “principio creador”, o impone concebir los Landmarks de una determinada e imperturbable manera, es claro que se trata de una Gran Logia mixta que está practicando una Masonería dogmática.
De igual manera, una Gran Logia femenina o mixta que impone mandamientos, y no sugerencias; no incentiva la libertad de pensamiento y de conciencia en sus integrantes, sino que, por el contrario, los adoctrina intentando inculcar o reforzar disciplinas y preconceptos, es claro que es una institución dogmática. Y en la practica, hay que reconocer que este dogmatismo se presenta, indistintamente, en Masonerías femeninas, mixtas y masculinas.
Si por el contrario, la Obediencia Masónica en cuestión, ya sea masculina, femenina o mixta, deja en libertad a sus Talleres para colocar o no un libro que consideren sagrado, permite en su seno trabajar o no a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, tomar juramento (que es afirmar o negar algo, poniendo por testigo a un dios o invocando algo sagrado) o hacer en su defecto una promesa, (que es la expresión personal de la voluntad de dar o hacer algo), deja las cuestiones teológicas a la conciencia de cada quien, convoca a una reflexión crítica sobre los referentes que asume como Masónicos, etc., es claro que se trata de una Gran Logia de pensamiento adogmático y progresista, indistintamente del género de sus integrantes.
En un pensamiento Masónico progresista, los símbolos y las herramientas son interpretados instrumentalmente y no poseen un valor en sí ni un significado prefijado. Ya que un símbolo puede significar algo distinto a cada Masón, como fruto de las circunstancias y la historia personal de cada uno de ellos. Son continentes, cuyos significantes pueden avocarse desde la perspectiva crítica de que la Masonería y los Masones son algo perfectible.
La naturaleza progresista o dogmática de una Gran Logia puede ser medida, por ejemplo, por la cantidad de libertad que otorga a sus miembros para pensar la realidad Masónica, para juzgar su presente valorándolo desde el “deber ser”, y por el propósito de sus especulaciones en un mundo en donde la evolución de la Orden se concibe como una exigencia de los Antiguos Landmarks, con la convicción de que las Masonas y los Masones actuales pueden realizar un cambio necesario en igualdad de condiciones que los de antaño. Precisamente, en cumplimiento y aplicación de una concepción evolutiva impuesta por esos mismos Landmarks.
Es una concepción de progreso Masónico, que implica una variación en el sentido positivo de mejoramiento, en la que la vieja premisa de libertad, Igualdad y fraternidad - que son de las más grandes esferas del pacto Masónico - es armónica con una sociedad contrahegemónica, diversa e incluyente regida por principios de equidad, justicia, solidaridad, paz, etc.
Naturalmente, ambas formas de concebir a la Masonería se constituyen en plataformas perdurables sobre las que se desarrollan otras concepciones armónicas con ellas.
En otras palabras, podemos afirmar que la superestructura ideológica de una Gran Logia determina su estructura de poder, de tal forma que encontramos a lo largo y ancho del planeta Obediencias Masónicas - tanto en el Simbolismo como en los Altos Grados - en donde el concepto de jerarquía se concibe ya sea emanado de funciones previamente definidas y delegadas expresamente por una asamblea democrática, o fundamentadas en líneas de mando similares a las que distinguen a las jerarquías eclesiásticas y militares.
Una Masonería dogmática posee en si misma un espíritu conservador que se relaciona con las fuerzas que se oponen al cambio, y con los esquemas de control y poder coercitivo que tratan de mantener el estatus quo. Y en todo caso, se trata de un asunto que se relaciona con la cantidad de libertad que se permite a sus miembros para actuar como consideren correcto de acuerdo a su propia conciencia. En ese ámbito, la prohibición de atentar contra el dogma o cuestionar los mandatos de la autoridad en ejercicio, es absoluta.
Por ello, la propuesta conservadora se limita casi siempre a la repetición de los significados aceptados y se valida por la aprobación que de ella hace la clase dirigente. Mientras que el pensador progresista define su postura filosófica de acuerdo a su personal esquema ético y se valida por los designios de su propia conciencia particular.
Una postura Masónica progresista no consiste, por ejemplo, en promover la Iniciación de mujeres para practicar sin distingo de género los antiguos dogmas que han acompañado a algunos sectores de la Orden. Eso es seguir haciendo dogmatismo, pero con mujeres.
La posición adogmática, consistiría en asumir un pensamiento, tanto por varones como por mujeres, juntos o por separados, que aleje toda afirmación formulada de forma obligante, derivada de un absoluto o de una revelación, o impuesta por la vía de la autoridad.
Entonces, podemos concluir que la calidad de dogmática o progresista de una Gran Logia o de un cuerpo de Altos Grados está ligada a la trascendencia de la libertad y del dogma en su interior, tanto en sus alcances personales como institucionales.
Naturalmente, estas dos pociones ideológicas, sicológicas e institucionales, así como sus grados intermedios y combinados, son igualmente legítimas y por la vía de la Tolerancia y el respeto a la diferencia debemos aceptarlas como dos expresiones distintas de la realidad Masónica.
Ya que el principio de buena fe que debemos profesar al juzgar a otros Masones y Masonas, nos impone aceptar que ambas formas de Masonería están bien intencionadas y entienden que sus responsabilidades iniciáticas se extienden más allá de las columnas de sus Talleres. Independientemente del género de sus miembros y el talante de su pensamiento.
Or:. De Barranquilla - Colombia
Septiembre 4 de 2008 (E:. V:.)
FOTO GRAN LOGIA CONSTITUCIONAL DEL PERU
LA MASONERÍA INSTITUCIÓN DOCENTE
Por : JORGE CARVAJAL MUÑOZ,
Elemento esencial de la misión de la Francmasonería, cualquiera que sea el lugar donde se encuentre conformando Logias, Grandes Logias, Grandes Orientes, es el de formar hombres con valores esencialmente éticos, capaces de aspirar a un permanente perfeccionamiento y al mejoramiento de la sociedad.
Consideremos un documento que une a las Grandes Logias de América, este es el que explicita los "Principios generales para la estructuración de la Francmasonerí a", adoptado en Montevideo en 1947 al constituirse la Confederación Masónica Interamericana. En el Nº. 1 se señala que la
francmasonerí a "tiene por objeto el mejoramiento espiritual y moral del iniciado y de la humanidad, sobre la base del respeto del postulado de personalidad" y en el Nº. 3 que "reconoce la posibilidad de mejoramiento indefinido del hombre y de la humanidad".
El mejoramiento de cada iniciado puede lograrlo mediante un proceso de autoperfeccionamiento, sin embargo es más factible el logro de niveles superiores mediante procesos educativos; por otra parte estos procesos permiten transmitir intencionadamente determinados contenidos o enseñanzas, que en el caso de la Masonería corresponde a la doctrina, sus principios, valores e ideales.
De allí que no sea equivocado postular que la Francmasonería es una institución iniciática, educacional o educativa y que los procesos que ella realiza sistemática o asistemáticamente para formar a sus aprendices, compañeros y maestros, es lo que podemos denominar Docencia Masónica; hay quienes enseñan y quienes aprenden.
"Nuestra orden elige hombres, los educa, los organiza y disciplina". ..
EL MODELO DE HOMBRE AL CUAL ASPIRA LA ORDEN
Se educa a hombres, ello lleva al problema fundamental de todo acto educativo, ese es el modelo de hombres que se desea lograr, este modelo está implícito en diversos documentos doctrinarios de carácter universal y que podríamos resumir así:
La Orden aspira a conseguir alguien capaz de no reconocer jerarquías sociales ni de fortuna; honrado, libre de preocupaciones y dispuesto a trabajar por el bien de la humanidad, fiel a las obligaciones que contrae voluntariamente, dedicado al cultivo de la virtud y a la adquisición de la
verdad, apto para elegir los elementos útiles de ambiente en que se desenvuelve, purificado por el esfuerzo, por medio de estudio de la ciencia, por el ejercicio de la justicia y por la actividad del trabajo.
El masón íntegro ha de ser un luchador a favor de la verdad y contra la mentira, de
la sinceridad contra la hipocresía, de la libertad y la tolerancia, contra la tiranía y el fanatismo. En el orden filosófico debe tener una concepción clara acerca del origen del universo, así como de las distintas tendencias que se disputan el mundo de los creyentes en los sistemas religiosos,
políticos o filosóficos.
Se desea al hombre con doctrina arraigadas, con valor para sobreponerse al desfallecimiento y desarrollar las fuerzas necesarias para suprimir, en lo posible, los males que engendran los mezquinos impulsos del egoísmo y las malas instituciones políticas y sociales. Se aspira a un luchador digno y amante del derecho, a favor de la virtud y de la inocencia ultrajadas, y en apoyo de los ofendidos por la mentira, la calumnia o la injusticia, que no retrocede ante ningún peligro cuando cumpla los dictados de su conciencia ilustrada; que permanezca puro y limpio de toda iniquidad, dedicado sólo a obras meritorias y especialmente, de inteligencia purificada de prejuicios por medio del estudio. Así, por la perseverancia en la adquisición de la virtud allanará los tropiezos.
Que no convierta su vida en fuente de pasatiempos, sino de austeros sacrificios; sin contemplar pasivamente el bien, sino constituido en activo combatiente contra el mal y el error.
Busca la Orden, a quien propague la tolerancia, para evitar horrores y lágrimas. En fin, alguien capaz de socorrer a sus hermanos aunque sea vertiendo su propia sangre, que ponga en sus acciones el sello del honor y la virtud; que huya del vicio y siga la senda de los hombres que han
esclarecido, con sus méritos y servicios a la humanidad.
LA PIEDRA BRUTA O LAS CARATERISTICAS DEL PROFANO
Para lo anterior es menester que el iniciado reúna ciertas características que no es posible encontrar en todos los hombres, de allí para una adecuada docencia es previa una rigurosa selección, en cuanto la Masonería es una institución de elite, le interesa la calidad por sobre la cantidad, es una institución selectiva y no cuantitativa.
Desde los ancestros, la Orden ha buscado constituirse en una institución de selección y no de masa, te interesa para señalarlo en una frase que no por repetida deja de ser verdad, la calidad por sobre la cantidad. ¿A qué obedece esta circunstancia? , Si postulamos que el hombre es perfectible. Si bien reconocemos tal postulado, debe existir un mínimo de condiciones, una materia prima susceptible de tal perfección, por fructífero que pueda ser el proceso docente, no es posible transformar en hombre de bien a quien no quiere serlo, a quien no posee la voluntad decidida de ver claro y de hacer luz en su espíritu.
En esta sociedad en la cual nos toca vivir y convivir, de fines del siglo XX, se ha afincado un carácter social específico, necesario para que la sociedad siga funcionando como está; la gran industria, la industria transnacional, los grandes capitales requieren de un hombre masificado que consuma lo que los demás consumen, que vista lo que los demás visten, que piense lo que los demás piensan, que use su tiempo libre en lo que la industria del tiempo libre determina; películas, videos, best sellers. La industria productora de miles de millones de piezas requiere de miles de millones que deseen consumir lo mismo. El consumismo es el signo de la sociedad del presente, los supermercados son las catedrales del hombre moderno; se compra no por necesidad, sino por notoriedad o porque ello da status; se compra por comprar, aunque no haya -muchas veces- ni una simulación de uso, como cuando se compra libros sin que nunca se abra uno o se sepa quién es el autor, pero ellos adornan muros y proporcionan notoriedad.
La cuantificación y la abstracción caracterizan la vida de hoy; todo es número, todo es cifra, cantidades que casi no alcanzamos a entender ni menos a comprender, las cosas que el hombre ha encarado pasan a esclavizarlo; el hombre se pone al servicio del dinero o de un automóvil, no se siente el amo de lo que el mismo ha creado. El hombre de hoy quiere "tener" más y no "ser"
más.
Así se provoca el gran fenómeno de la enajenación, por el cual el sujeto se experimenta a sí mismo como ajeno; se observa como una mercadería que debe ser bien puesta en el mercado; su vida misma la juzga conforme a las leyes de la oferta y la demanda, el éxito lo mide en términos comerciales de debe y haber; tanto es así que cuando fracasa comercialmente prefiere suicidarse. El suicidio aumenta proporcionalmente en la medida que las sociedades se tecnifican e industrializan. Es el hombre masa; incapaz de vincularse a los demás mediante el amor, así se hace narcisista, sólo se ama así mismo, incapaz de trascender mediante la creación, prefiere destruir para ser recordado; incapaz de obtener seguridad social a través de la fraternidad, prefiere hacerse miembro de cualquier secta o grupo que le da esa seguridad; incapaz de lograr su identidad por medio de la individualidad, prefiere la conformidad, el slogan; incapaz de obtener una estructura ideológica que lo oriente mediante la racionalidad, prefiere la irracionalidad del dogma fácil y que la respuesta prefabricada y asegura la vida eterna de felicidad extraterrena
En este mundo, se hace difícil encontrar al hombre selecto; por ello la Masonería es de selección; sólo quienes son capaces de escapar de esa masificación, pueden con derecho golpear las puertas del templo. No deseamos curiosos o mal intencionados, infieles que no pueden comprenderla, desocupados de oficio que sólo pueden medrar haciendo reír, ya que no pueden hacerse agradecer una enseñanza seria o un acto fecundo.
No se trata de número de adeptos, simpatías personales o conveniencias particulares, sino de calidad y eficiencia para la gran obra.La Francmasonerí a. mediante la docencia, pretende por una parte, hacer de cada francmasón un elemento útil y eficazmente preparado para el cumplimiento de una elevada, constante y renovada actividad concertada, encaminada a la conquista del bien colectivo, al mejoramiento y elevación de las formas de vida de la sociedad humana para que en ella imperen la justicia, la libertad y la dignidad.
LOS TIPOS DE DOCENCIA
LA DOCENCIA SISTEMATICA EN LA GRAN LOGIA DE CHILE
La docencia intencionada, sistemática, posee las siguientes características:
Pretende desarrollar un proceso de enseñanza destinado a formar hombres imbuidos de los ideales y principios de la institución. preparándolos para la vida intra y extramural.
La enseñanza de los fundamentos de la doctrina masónica está llamada no sólo a proporcionar a los hermanos conocimientos, sino también a procurarles un desarrollo gradual en cada una de las etapas de su formación y una comprensión de los principios básicos del trabajo masónico. Inculcar el hábito de la lectura, de la iniciativa, del espíritu creador y de la tenacidad en el trabajo, desarrollando el pensamiento, la palabra y las energías intelectuales constituyen una importante función de la docencia masónica.
La misión principal de la docencia masónica consiste en preparar a los hermanos para su vida masónica y la fraternidad en la Orden, y para el trabajo socialmente útil.
PROGRAMA:
1.- OBJETIVOS GENERALES que indican lo que se espera sea logrado como aprendizaje por un Aprendiz, Compañero o Maestro Masón en un período de tiempo variable dentro de un amplio rango y que reflejan la intención doctrinaria y formativa de cada grado.
2. SUGERENCIAS METODOLÓGICAS GENERALES que expresan caminos para alcanzar
intenciones formativas del masón. Se presentan como sugerencias, dejando a la iniciativa de cada Maestro docente el establecimiento y búsqueda de las condiciones óptimas de enseñanza y aprendizaje.
3. UNIDADES TEMÁTICAS. Cada una de esta Unidades está precedida de un título que indica el contenido que abarca, expresándose en cada uno de ellas los "Objetivos Específicos" y los "Contenidos" a través de los cuales se procurará el logro de dichos objetivos. Además, se proponen metodologías específicas bajo el título de "Sugerencias Metodológicas y de Actividades" , finalizando cada unidad con algunas sugerencias de bibliografía específica.
Se asigna especial importancia al rol de los Maestros en esta acción docente, bajo las siguientes premisas:
1. La docencia masónica ha de constituir una preocupación de la totalidad de los Maestros, especialmente para los recién incorporados al Grado correspondiente. Esto debe expresarse en acciones de enseñanza sistemática en Cámaras y Tenidas y, muy particularmente, en la creación de un ambiente logial propicio y en el ejemplo, constituyéndose los Maestros en modelos o paradigmas de los hermanos de menor edad masónica.
2. La Cámara de Instrucción de cada grado constituye el principal ámbito de aprendizaje masónico, ya que en ella se encuentran los Aprendices, Compañeros y Maestros, en diálogo directo con el Vigilante u Orador, según corresponda. De esta Interrelación se espera que surja en forma progresiva y razonada cada nueva faceta del hombre francmasón.
3. El docente masón - Vigilante u Orador- asume un rol fundamental en el proceso docente, por lo que requiere cualidades especiales y una vocación masónica suficientemente demostrada.
Por lo anterior, la elección del Maestro docente debe ser objeto de especial preocupación por parte de la Cámara del Medio.
4. Los planes y programas enmarcados en los planes y programas aprobados por la Gran Logia de Chile han de ser estudiados cuidadosamente por las Cámaras del Medio, sobre la base de informes del Consejo de la Logia de la Comisión o Comité de Docencia.
5. En cada Respetable Logia debe existir una Comisión de Docencia, presidida por el Venerable Maestro e integrada por los HH:. Vigilantes, Orador, Maestro de Ceremonias, Experto y Bibliotecario, cuya función es la de planificar, organizar y supervisar la docencia de los tres grados sobre la base del Programa Oficial de Docencia de la Gran Logia de Chile y de los Programas Anuales que ésta determina a través de los Decretos que dicta el Gran Maestro. Esta Comisión de Docencia debe aprobar los
programas que, en el semestre o en el año masónico, desarrollarán los Vigilantes y el Orador, procurando que dentro de las naturales diferencias de contenidos, tengan orientaciones comunes. Igualmente, deberá revisar periódicamente el desarrollo de la docencia en los tres grados y determinar, cuando corresponda, las medidas remédiales. Es igualmente importante que esta Comisión procure integrar el mayor número de Maestros a las acciones de docencia.
6. El Bibliotecario de la Logia ha de tener fluida y continua comunicación con los docentes para procurar satisfacer sus necesidades y entregarle sugerencias y materiales bibliográficos útiles a los programas en desarrollo.
7. Especial mención merece el Vigilante u Orador Adjunto, quien debe colaborar estrechamente con el titular en la tarea docente, asegurando de esta forma que la Cámara de Instrucción respectiva tenga siempre un docente a su cargo.
8. Forma parte también de esta docencia sistemática las Tenidas de cada Taller, en las cuales se muestra el fruto de la investigación, de la opinión de algún hermano para ser debatida abierta y libremente; se realiza, igualmente en las Tenidas de conjunto, de dos o más logias, y en el estudio
de los textos que contienen la doctrina masónica.
9. Por último, es relevante el aporte de la Escuela de Docencia Masónica, la que prepara instructores masones, entregándoles las técnicas pedagógicas, didácticas, para mejor transmitir los contenidos.
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