domingo, 9 de octubre de 2011

¿Por Que Mueren las Logias?

1. Por no asistir a las tenidas.

2. Por falta de energía del Venerable.

3. Por la falta de actividad del Secretario.

4. Por falta de empeño en el Tesorero.

5. Por no concurrir nunca a la hora reglamentaria.

6. Por no querer aceptarse cargos.

7. Por estar siempre dispuesto a criticar y nunca dispuesto a obrar.

8. Por tratar de encontrar siempre algún defecto en el trabajo de los funcionarios y oficiales.

9. Por disgustarse si no hacen a uno, miembro de alguna comisión.

10. Por no desempeñar nunca su cometido sí acepta, "por no negarse" algún cargo en Logia.

11. Por no emitir franca y leal opinión, en los asuntos en que se es consultado y decir después que las cosas debieron hacerse de tal o cual manera.

12. Por pensar y decir que la Logia está manejada por una "camarilla" cuando los funcionarios y oficiales trabajan en cumplimiento de su deber.

13. Por ser intemperante, áspero, vanidoso y muy lleno de amor propio para no reconocer sus propios errores.

14. Por hacer uso de la palabra para agredir o tratar asuntos políticos o religiosos que son prohibidos.

15. Por creerse perfecto, infalible y superior a los demás.
16. Por aspirar a todos los derechos y no cumplir jamás con ninguno de los deberes.

17. Por no observar en nuestra vida civil, la conducta que debemos observar con los hermanos y hermanas.

18. Por no saber respetar las opiniones ni los derechos masónicos, civiles, económicos y sociales de todos los hermanos y hermanas.

19. Por creer, que sólo nuestro hermano o hermana tienen, obligaciones, y nosotros, sólo tenemos derechos.

20. Por sembrar resentimientos entre los miembros.

21. Por halagar la vanidad de un hermano o hermana con perjuicio de otro hermano o hermana.

22. Por discutir sin ilustrar.

23. Por trabajar siempre en familia.

24. Por hacer monótonas las tenidas.

25. Por negar sistemáticamente todo esfuerzo en bien de la Logia.

26. Por falta de disciplina.

27. Por convertir la Logia en una sala de tertulia después de abiertos los trabajos.

28. Por hacemos eco de versiones contrarias a un hermano o hermana en vez de defenderlo.

29. Por convertir en semillero de rivalidades y odios lo que debe ser un surco compacto de fraternidad y de perenne armonía.

30. Por decir hipócritamente en Logia "el Q∴H∴ fulano" y decir malamente en la calle "el pícaro fulano".

31. Por ser intransigente en todo, hasta en pagar las cuotas.

32. Por querer ser siempre Venerable de la Logia o cuando menos Vigilante; pero nunca Secretario o Tesorero o Guarda Templo.
33. Por apatía y falta de lealtad a lo jurado.


Tomado de: “Prontuario Dialogado de la Masonería”

Autor: Luís Umbert Santos

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