miércoles, 18 de mayo de 2016

El primer discurso oficialmente masónico en Naciones Unidas (ONU)

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El primer discurso oficialmente masónico en Naciones Unidas (ONU)

Por Milton Arrieta López, 33°

El 22 de enero de 1961 un grito fue lanzado al espacio masónico mundial por la unión en la diversidad y en las diferencias.

Ese grito fue arrojado por el Gran Oriente de Francia y fue contestado por once obediencias masónicas, entre las que se encontraban:Gran Logia de Italia ALAM, Gran Oriente de Bélgica, Gran Oriente de Suiza, Gran Oriente de Austria, Gran Oriente de Luxemburgo y la Serenísima Gran Logia de Lengua Española.

Así nació el Llamado de Estrasburgo, mejor conocido como CLIPSAS – Centro de Comunicación e Información de las Potencias firmantes del Llamado de Estrasburgo, con el único de fin del establecimiento de relaciones fraternales bajo el simple reconocimiento de la libertad absoluta de conciencia, lo cual se traducía en unión a pesar de la diversidad y las diferencias.

En mayo del 2011 Marc-Antoine Cauchie, General de Cuatro Soles, Ex Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de Luxemburgo y expresidente de CLIPSAS, manifestó en una entrevista otorgada al escritor y masón Iván Herrera Michel lo siguiente: “(En CLIPSAS) rehusamos discriminar, tenemos que respetar al otro en todos sus valores, con la única condición que nos respete de la misma forma. Esa fue la afirmación capital por la cual, en 1973, el Gran Maestro Fred Zeller del Gran Oriente de Francia encausó a CLIPSAS: no hay discriminación de principios contra la Gran Logia Unida de Inglaterra. Si ella nos toma como somos, esto nos basta.

Ya en 1961, el Presidente de CLIPSAS Georges Beernaerts declaró en el mismo sentido: si una Obediencia exige para todos sus miembros la creencia en Dios, su voluntad revelada (teísmo activo) y en la inmortalidad del alma, está en su derecho absoluto, pero lo que no es conciliable con la declaración de Estrasburgo, es que busque imponerlo a las otras Obediencias”

Lo anteriormente citado muestra el espíritu integrador de CLIPSAS, sin embargo otro capítulo se escribiría a comienzos del segundo milenio de la era cristiana, cuando CLIPSAS, ya robustecida pasa a formar parte del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidascomo Organización con Carácter Especial Consultivo, así mismo CLIPSAS fue creciendo, hoy la integran 90 obediencias que reúnen a más de 200.000 masones distribuidos en 35 países.

La historia prosiguió hasta que el 9 de julio de 2015 CLIPSAS fue llamada a participar en el Cuadragésimo Séptimo (47) Debate de AltoNivel del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas que pretende lograr la implementación de una agenda de desarrollo sostenible que pueda ser aplicada a países en vías de desarrollo.

Encuentro No. 47. ECOSOC. Debate de Alto Nivel (9 de julio de 2015)

El debate fue presidido por la Vicepresidente del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, la Embajadora Plenipotenciaria y Representante Permanente de Colombia ante Naciones Unidas Maria Emma Mejía, con la asistencia de los siguientes miembros de la mesa directiva del Consejo:

Arsenio M. Balisacan, Secretario de Planeación Socioeconómica de Filipinas, Shin Dong-ik, Ministro de Asuntos Exteriores de la República de Korea, Christopher M. Mvunga, Ministro de Finanzas de Zambia, Mario Néstor Oporto, Miembro del Congreso de Argentina, Rafael Ramirez, Representante de Venezuela ante las Naciones Unidas, Yuriy Sergeyev, Representante de Ukrania ante las Naciones Unidas, La Liga de Estados Árabes y Ellen Johnson Sirleaf, Presidenta de la Republica de Liberia.

La ponencia fue presentada por el I.: P.: H.: Louis Daly 33°, Gran Maestro de la Gran Logia Omega de Nueva York y actual presidente de CLIPSAS, la cual se centró en la propuesta de decrecimiento sostenible: una teoría económica creada por el norteamericano de origen rumano Nicolás Georgescu-Roegen, que busca darle una respuesta lógica (social, económica, política y ecológica) al problema principal que plantea la economía capitalista: la probada incapacidad de crecimiento económico con recursos que por su naturaleza son cada vez más escasos.

En particular, para mi es en extremo difícil no considerar que el capitalismo y su absurdo dogma de crecimiento económico indefinido constituyen una amenaza mortal para el planeta y la humanidad. La necesidad de reproducción infinita del capital se estrella con una simple realidad: vivimos en un planeta con recursos cada vez más limitados, observo que la ponencia se sintoniza con el mundo y su dolor.

El 18 de enero de 2016, el diario “El Mundo” de España publicó un informe demoledor que demuestra la aberrante y antimasónica realidad del estúpido dogma del capitalismo salvaje: “desde el comienzo de la crisis allá por septiembre de 2008, numerosos organismos e instituciones internacionales han venido alertando del crecimiento de la desigualdad social y del abismo, cada vez mayor, que separa a las clases más altas de las más bajas.

El último informe que ahonda en esta realidad lo ha presentado Oxfam Intermon, coincidiendo con los preparativos de la reunión del poderoso Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos.

El estudio recoge, entre otras conclusiones, que las 62 personas más ricas del mundo tienen una fortuna equivalente a la de la mitad de la población más pobre. Si la cifra resulta llamativa, no lo es menos que hace sólo un año eran 80 y no 62 quienes amasaban tamaña riqueza y, si retrocedemos hasta 2010, se concentraba en las manos de 388 personas, lo que significa que el dinero se ha concentrado, aún más.

En concreto, la riqueza en manos de esas 62 personas se ha incrementado un 44% en los últimos cinco años hasta alcanzar 1,76 billones de dólares.”

Hoy en día no pocos partidos de izquierda socialdemócratas europeos han puesto sus ojos en la teoría del decrecimiento sostenible, pues es considerada como la mejor posibilidad de garantizar un futuro para las generaciones venideras, ésta teoría también ha sido ampliamente defendida por Bernie Sanders, Senador por el Estado de Vermont y precandidato a la presidencia de Estados Unidos.

También ha sido respaldada por el papa católico Francisco I en la encíclica Laudato si’ de junio de 2015, la cual se centra en temas como la “deuda ecológica” y la “deuda social” entre el norte rico y el sur pobre, en el origen antropogénico del calentamiento global, la necesidad de crear instituciones internacionales fuertes, la necesaria presión a los líderes políticos y el sacrificio individual frente al consumo innecesario.

En resumen el decrecimiento propone la disminución del consumo y la producción controlada y racional, lo que permite respetar el clima, los ecosistemas y los propios seres humanos. En otras palabras el decrecimiento es favorable a la disminución regular controlada de la producción económica, con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos.

Carlos Taibo Arias, profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido contundente en afirmar que de no actuar razonadamente, se llegaría a una situación de decrecimiento forzado debido a esa falta de recursos: “y si no decrecemos, mi pronóstico es el siguiente, en virtud de un proyecto racional, mesurado y consciente, acabaremos por decrecer de resultas del hundimiento sin fondo del capitalismo global”.

Algunos teóricos observan connotaciones negativas en el concepto de decrecimiento sostenible, pero como lo ha dicho la profesora Pepa Gisbert es todo lo contrario: “cuando un río se desborda, todos deseamos que decrezca para que las aguas vuelvan a su cauce”.

En mi libro: Los masones en el mundo, Geopolítica masónica, podrán ahondar aún más sobre los antecedentes y alcances del discurso en la ONU.

A continuación el discurso completo traducido por primera vez del inglés por el I.: P.: H.: Ramiro Arteta Guzmán 33°, PGM, para mi libro

“Cómo entender el concepto de progreso con el fin de permitir un desarrollo sostenible que contribuya al sentido de la solidaridad social”

Por Louis Daly, 33°, Presidente de CLIPSAS.

(Traducción libre del inglés)

Introducción

Durante los últimos 50 años, los humanos han multiplicado por dos, cuatro, diez o más, su población, sus posesiones físicas, el flujo del comercio y la energía que usan; y la humanidad espera que este crecimiento continúe. De hecho, muchas personas piensan que el crecimiento también permite proveer los recursos necesarios para la protección y la mejora del medio ambiente; pero si [bien] ese crecimiento permite resolver algunos problemas, también puede crear otros.

Nuestra Sociedad es [cada vez] más dependiente de las energías fósiles y [ahí] se topa con los límites de nuestro mundo. El crecimiento exponencial de las demandas se ha vuelto sinónimo de mercancías superfluas, destructivas e innecesarias. Es obvio que la Economía debe tener un lugar en nuestra sociedad, pero solo un pequeño lugar. Desafortunadamente, la Economía se ha tomado todos los lugares. Sin embargo, la humanidad no puede estar a su servicio.

Además, la historia registrada de nuestra especie se ha presentado durante el período geológico llamado Holoceno, un breve intervalo que se remonta a 10.000 años; pero nuestras acciones colectivas, en menos de 250 años, nos han llevado a un territorio desconocido. Un creciente número de científicos piensa que hemos entrado en una nueva Era geológica que necesita un nuevo nombre: el Antropoceno, que es un término cronológico geológico informal para la época propuesta, que comienza cuando las actividades humanas y la revolución industrial han tenido un significativo impacto global sobre los ecosistemas de la Tierra.

Desde 1970, la crisis está habitualmente en el centro de todas las políticas y todos los discursos de los medios de comunicación. Las últimas consecuencias del neoliberalismo conducen a unos planes de austeridad que refuerzan las injusticias sociales. La “crisis” es [la de] una sociedad en crecimiento que es incapaz de imaginar alternativas para la alta productividad y el capitalismo que son la causa de tal crisis. El “decrecimiento sostenible” es una salida a la crisis social, económica y ecológica que afecta a nuestra sociedad.

Justificación para el Decrecimiento

El desarrollo sostenible es una ideología reformista que no toma en cuenta los principios del desarrollo económico y mantiene la esperanza de que es posible reconciliar la acumulación capitalista, la justicia social y la preservación del planeta.

Desafortunadamente, desde la década de los 70 del Siglo XX, y a pesar de la calidad de los análisis y la relevancia de las propuestas, discusiones, reflexiones y prácticas, no se logra la deseada reorientación. El modelo Occidental de sociedad es insostenible como tal, por lo que es urgente que se trate de detener su exportación, especialmente a las sociedades del Tercer Mundo.

Por otra parte, las opciones tecnológicas se aventuran en un territorio terriblemente incierto. Una nueva matriz tecnológica de energía es un invento raro en la historia de la humanidad y no existen garantías de que esta nueva tecnología sostenible esté por aparecer. La fantasía demiúrgica de los científicos se ve frente a la ley de la entropía. Como resultado de los cambios tecnológicos, se puede retardar el fin de la Era industrial, pero es probable que ese milagro tecnológico nunca suceda.

Finalmente, el trans-humanismo, este proyecto prometeico orientado hacia el desempeño, ya existe. Este hombre reinventado será capaz de sobrevivir y prosperar en un mundo ambientalmente contaminado y socialmente degradado. Mientras tanto, el accionador tecnológico que nos devora viene con:

Una fuente externa de nuestra capacidad de conocimiento de las máquinas.
Una forma de prevenir los miedos, la soledad y el abandono gracias a la Red[1]
Finalmente, la tecnología llena los intersticios de nuestras dudas existenciales.
En últimas, la tecnología nos da la esperanza de sobrepasar nuestra finitud y se convierte en el ala armada de nuestro antiguo deseo de volvernos dioses y, por lo tanto, tener el perfecto control de nuestra naturaleza y de la Naturaleza. El trans-humanismo les da a los humanos la oportunidad de encontrar en la técnica todo lo que los humanos perciben como discapacidades; y a la sórdida religiosidad del trans-humanismo se le pide, en últimas, que nos mantenga alejados del envejecimiento y que nos libre de la muerte.

El aumento de las capacidades humanas mediante la técnica se pagará con una disminución de nuestro poder como humanos y con una desvitalización de lo humano. Este salto mutacional de la humanidad sería una consecuencia de la bio-evolución; pero la ética y la prudencia moral de cualquier individuo emancipado siguen siendo cuestionadas por este enfoque que lleva a la humanidad hacia territorios desconocidos y peligrosos.

Esta marcha atrás contra la humanidad puede estar al borde del éxito. Mientras tanto, el resultado más visible y tangible es la transformación del mundo real, el mundo en que vivimos, en un gigantesco vertedero de basura.

El Decrecimiento sostenible, un escape a la crisis

El precio del milagro industrial radica en la paradoja de un modelo de civilización con tantos factores favorables que, sin embargo, no puede globalizar sin una bancarrota a escala planetaria:

El dogma de las sociedades del hemisferio norte, de consumir y producir, construye un mundo desalmado y sin futuro.
La crisis del modelo consumista del hemisferio norte, basado en la utilización del deseo según lo enseñó Edward Bernas, genera una crisis a nivel planetario.
El comportamiento impulsivo de especuladores y consumidores crea, a corto plazo, la lógica del “desechar”, y al final, una masiva desinversión en el futuro.
La crisis post financiera, la lógica de un “siempre más” infinito, aún no ha brindado una solución a las necesidades humanas más básicas, y es irracional hipotecar los recursos de las generaciones futuras siguiendo una lógica individualista.

La bifurcación fundamental al entrar en el Antropoceno es la insostenible rentabilidad de costosos mecanismos de producción que se enfocan en la cantidad en vez de hacerlo en la calidad o durabilidad de los productos manufacturados. Debido a la falta de ética y a la generosa inteligencia en la implementación de grandes innovaciones técnicas y el progreso, estamos en presencia de fragmentaciones de una realidad, unitaria por naturaleza, con disfunciones económicas y financieras y otros efectos nocivos debido al modelo dominante.

El decrecimiento sostenible se presenta como un escape a la crisis social, económica y ecológica que afecta a nuestra Sociedad. Se basa, con fuerza, en una idea: el crecimiento económico no es una solución sino un problema que debe resolverse.

Mientras continua la crisis económica y muchos economistas ya reconocen sus características permanentes, y ante el improbable regreso a la solución del desarrollo sostenible, el decrecimiento sostenible se presenta como una herramienta de descolonización del rostro imaginario de la religión del crecimiento.

Este término, opuesto al de ‘desarrollo sostenible’, no es fácilmente reivindicable, y posiblemente no sea reutilizable por el mercadeo, la publicidad y los medios de comunicación de la sociedad del crecimiento. Temporalmente, la palabra ‘decrecimiento’ permanecerá mientras subsista la religión del crecimiento. ‘Decrecimiento’ es la palabra que se da a la transición de una sociedad de crecimiento a una sociedad sin crecimiento, a una sociedad post-crecimiento. Hablar del ‘decrecimiento sostenible’ nos permite denunciar las inconsistencias del crecimiento y cuestionar a esta particular ‘religión’. El objetivo consiste en explorar y llevar a los límites, los excesos tanto individuales como colectivos. Ello no implica un crecimiento negativo sino una ausencia de crecimiento al abandonar la religión del crecimiento de una manera sostenible. Dado que cualquier disminución del ritmo no es decrecimiento, en la lógica de la sostenibilidad se necesita de una disminución de 1/5 de la humanidad que consume 4/5 de los recursos para permitir una aceleración de 4/5 de la humanidad.

Conclusión

El decrecimiento sostenible no implica ninguna disminución de todos y para todos, ni un paso atrás, sino que significa que nos recuperamos de la tóxica religión de la Economía, nos protegemos de los temores del mañana y de los temores a los demás. La meta es construir una sociedad que sea capaz de sobrevivir durante muchas generaciones después de nosotros, que tenga miras a largo plazo, que sea flexible y pensante como para evitar el debilitamiento de los sistemas físicos y sociales que sustentan nuestra sociedad.

Destructivo, injusto y alienante. Estas son las acusaciones contra el crecimiento, las cuales se basan en los valores centrales de la modernidad Occidental: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La Libertad no tiene nada que ver con el egoísmo recomendado por los proponentes del liberalismo económico. Además, la preocupación por la Igualdad no solo es un objetivo de las actuales generaciones de seres humanos sino que se extiende hacia las futuras generaciones y a otros seres vivos, como los animales. Por lo tanto, esta es una oportunidad de abrazarnos colectivamente dentro de la Fraternidad, con nuestros propios valores y nuestras propias leyes. El deseo de preservar ‘el amor del mundo’ está cuestionando las características antropocéntricas de la modernidad Occidental.

Dado que los Francmasones traen respuestas en el reino de lo filosófico, aptas para promover el despertar de la humanidad en respuesta a la libertad de conciencia, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que, independientemente de las convicciones políticas, abandonen radicalmente los modelos de sociedad basados solo en el crecimiento e inventen nuevas formas de convivencia, en una verdadera democracia, respetuosa de los valores de Igualdad y Libertad, basados sobre el compartir y el cooperar, de manera suficientemente simple en lo material para que sea duradera.

Los Francmasones de CLIPSAS instan a todos los Estados miembros a promover el comienzo de un nuevo modelo económico que evite el ‘error’ de nuestro [actual] modelo basado en el consumo,

Evitando la aplicación de un mercadeo que refuerce un modo uniforme de vida y de procesos de pensamiento.
Evitando el crecimiento de un sistema ultra-liberal que promueve el dominio de la especulación a corto plazo sin responsabilidad ética a largo plazo.
Evitando la globalización de un sistema consumista que causa enorme desperdicio, y que todos ya entienden que es insostenible.
Promoviendo nuevos modelos de economías contributivas contra un capitalismo financiero que se ha vuelto especulativo y tóxico aunque aún es atractivo.
Elegir un decrecimiento sostenible en vez de un crecimiento negativo impuesto es el enfoque noble para revisar la noción de progreso con el fin de permitir un desarrollo sostenible que contribuya al sentido de solidaridad social.

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