viernes, 25 de febrero de 2011

Teosofía


Teosofía es Saber Divino o Sabiduría de los Dioses", y deriva del griego "Theos" que significa un Dios, uno de los Seres Divinos y "Sofía": Sabiduría.

Este termino fue usado por primera ves en Alejandría. Ciudad que fue fundada en Egipto, en el Siglo III a. C., por Alejandro Magno. Llegó a la fama con rapidez no sólo como puerto de intensa actividad; sino también como lugar de cruce de razas, religiones y culturas.

En ella floreció la Escuela que lleva su nombre, y que fue durante varios siglos el gran centro de las letras, ciencias y filosofías. Renombrada también por su Biblioteca, que llegó a albergar setecientos mil rollos o volúmenes (Aulio Gelio). Era famosa también por su museo, la primera academia verdadera de ciencias y artes; por sus sabios miembros que gozaban celebridad mundial, tales como Euclides, Apolonio de Perga, Nicómano el aritmético, y junto a ellos numerosos astrónomos, físicos, médicos, artistas, etc.

Hízose todavía más famosa por su Escuela Ecléctica, o sea la Neoplatónica, fundada en el año 193 a C., por Amonio Saccas. Entre sus discípulos figuraban Plotino, Orígenes, Longino y posteriormente Porfirio, Siriano, Hipatía, Proclo y otros notables teósofos.

Las más renombradas escuelas de Gnósticos tuvieron su origen en Alejandría; Filón el Judío, Josefo, Jámbico, el taumaturgo neoplatónico, etc, y un sinnúmero de sabios de segunda magnitud; todos pertenecieron en varios tiempos a estas Escuelas y contribuyeron a hacer de Alejandría uno de los más justamente famosos centros del saber que el mundo haya producido.

Volviendo a la Escuela Teosófica Ecléctica, sus maestros y adherentes eran los filósofos llamados filaléteos (amantes de la verdad).

El objeto de este centro era difundir a sus estudiantes ciertas grandes verdades morales y filosóficas a saber:

La existencia de una deidad absoluta, incomprensible y suprema, o esencia infinita, que es la raíz de la Naturaleza entera y de todo cuanto existe, visible o invisible.

La crencia en la naturaleza eterna e inmortal del Hombre, siendo este una radiación del Alma Universal y por lo tanto de idéntica esencia que la misma.

La "Teurgia", u "Obra Divina" o el acto de producir una obra de los dioses; de Theoi (dioses) y Ergein (obrar).

Estas tres enseñanzas de la Escuela teosófica Ecléctica, guardan estrecha relación con los tres objetivos de la moderna SOCIEDAD TEOSÓFICA, como veremos más adelante.

Cabe señalar que mientras en la escuela alejandrina se usaba profusamente el termino "Teosofía", anteriormente y en la misma época era nombrada de otros modos, tanto a saber por el mundo helénico-romano (Gnosis), como en el Oriente ( Brahma-Vidya).

Por esto a este saber se lo nombra a este Saber en ocasiones de distintos modos, como por ejemplo " la tradición", debido a que pasa de una a otra civilización, como un hilo dorado, a lo largo de la historia, Plutarco, unos años antes de la era cristiana, comenta esta "Tradición Esotérica", en su libro " De Isis y Osiris".

Cada religión nacional contaba con sus "Misterios", sus doctrinas secretas para aquellos preparados. A veces, esos movimiento florecían contemporaneamente y en diversos lugares como en Grecia con los Órficos, los Herméticos y los Pitagóricos. Y debemos agregar que el Esoterismo Judío es anterior al siglo XIII, en que vió a luz pública el Zohar, debiendo agregar los nombres con que se conocen: Terapeutas o Esenios.

Esta tradición aparece a través de la historia también con ropajes ortodoxos o con pesados velos de alegorías y símbolos, a saber por ejemplo en la época cristiana con los neo-pitagóricos, los rosacruces, los alquimistas. Quienes acompañaron su accionar con gran sigilo y a veces con completo silencio.

La palabra Teosofía tuvo un uso que no decayó en el mundo cristiano, a saber: se mencionaba al "teósofo" como "autor inspirado por Dios". A veces confluía esta palabra con misticismo........ El teósofo gozaba de su visión divina en proximidad y diálogo con la divinidad, un místico como Dionisio Cartujano definía la experiencia llamándola "interna y ocultísima locación de la mente con Dios", no por imágenes de las cosas, sino por sobreponerse a todas ellas, negándolas, quedaba el alma en inacción de todas sus fuerzas aprehensivas y apetitivas respecto de las cosas criadas, y prenetrando la mente en la misma niebla en que se cierne la divinidad, esto es, extendiéndose y sumergiéndose en la misma incircunscripta e inaccesible Luz eterna........ ( en la India esta experiencia es el Samadhi, en que culmina el Raja Yoga ).

Las enseñanzas neoplatónicas influyeron en Orígenes, Clemente, Nemesio, Justino, etc.; y a través de Pseudo-Dionisio en toda la teología y mística medieval.

Otros representantes a saber fueron: Meister Eckhart, Pico de Mirandola; entre los arabes: entre muchos otros podemos citar a Avicena, Avecebrón, etc.

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Zigana†‡
Lc.psicologia , Master Reiki, Tarotista


CUBA : LA GRAN ESTAFA
Por Pedro Lastra (Venezuela).


Treinta días viviendo como un cubano

¿Permitiremos que en un futuro no muy lejano el régimen convenza al mundo de que en Venezuela antes de Chávez la gente se moría de hambre en las calles y no sabíamos leer ni escribir? Que lo sepan de una buena vez: jamás se vivió mejor y fuimos más felices que antes del asalto al poder por el chavismo. Grábenselo en la frente. E impidan la consumación de la tiranía (Pedro Lastra).

Han transcurrido cincuenta y dos años desde que Fidel Castro pergeñara la más monumental de las estafas, la blindara con uno de los montajes de política ficción más aviesos e ingeniosos conocidos por América Latina y el mundo entero se lo creyera a pies juntillas. Cuba, contrariamente a lo que se convirtiera en lugar común de la conciencia universal gracias a tontos útiles o mentirosos contumaces inmensamente talentosos como Gabriel García Márquez o Julio Cortázar, incluso gracias a filo castristas de la primera hora como el joven escritor peruano Mario Vargas Llosa, no era un país miserable, muerto de hambre, lleno de analfabetas y corrompido por los Estados Unidos hasta convertirla en un prostíbulo flotante en manos de los mafiosos de Chicago. Esa creencia, alimentada y retroalimentada una y mil veces por periodistas liberales, intelectuales prestigiosos – Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir entre ellos -, burgueses bien pensantes y librepensadores al servicio del comunismo internacional se convirtió en una matriz de opinión de validez universal. Lo que le garantizó a Fidel Castro montar la más aterradora de las tiranías del siglo XX latinoamericano, fusilar a varios miles de opositores condenados en juicios sumarios sin encontrar la más mínima resistencia entre los defensores de los derechos humanos y empujar al destierro a millones de sus semejantes. Luego de arrebatarles sus bienes y desencajar para siempre a sus familias. La maravillosa obra de política ficción producida en technicolor y tercera dimensión por los Castro encontró respaldo universal: fueron los héroes de Sierra Maestra y los redentores de los humildes, humillados y perseguidos. No los fascistas de uña en el rabo que en verdad fueron. Un par de demócratas ejemplares. Y punto.

Para impedir que esa falacia pudiera ser confrontada a los hechos y desenmascarada en su maldad infinita, el déspota se encargó de enlodar y falsificar todo lo que existió antes del 1º de enero de 1959, arrancándolo de cuajo de la memoria histórica cubana. Y cumpliendo religiosamente la barbarie ancestral de los tiranos hizo lo que el emperador chino que ordenó quemar todas las bibliotecas y destruir todos los documentos y archivos, crónicas e historias anteriores a su reinado: mandó a destruir todas las hemerotecas, todas las bibliotecas públicas, todos los archivos contentivos de datos oficiales que demostraban precisamente todo lo contrario: Cuba fue uno de los países más desarrollados, cultos y prósperos de América Latina. Autosuficiente en los más importantes rubros alimenticios, exportador de muchos de ellos y ya desde 1940 con una sobreabundancia de ganado vacuno y porcino que permitía que los cubanos resolvieran sus problemas proteínicos sin necesidad de importar un solo kilogramo de carne. Disponiendo, además, de mayor libertad de expresión que la dictadura castrista jamás permitiera.

Esta irrebatible realidad, descrita con acuciosa y estremecedora prolijidad por Víctor Manuel Camposeco, puede ser comprobada en un extenso artículo suyo publicado en el número de enero de 2011 de la revista mexicana Letras Libres, que dirige el prestigioso historiador Enrique Krauze y que está dedicada a analizar la realidad cubana en su aniversario número 52: La Habana antes de Fidel. Cuba, hoy sólo superada en su miserable abandono por Haití, en la que sobrevivir constituye un heroico y agotador ejercicio de ayuno y abstinencia que demanda todos los esfuerzos vitales y en la que sus habitantes no han visto un trozo de carne ni han tenido un litro de leche fresca en sus manos en toda su existencia,

fue el más próspero de los países de la región y uno de los más desarrollados de América Latina. País pionero en el desarrollo de las comunicaciones, con un extraordinario sistema de salud y seguridad social, y tan alfabetizado, que sólo era superado en esos rubros por Argentina y Costa Rica.

En esa misma edición de Letras Libres, el periodista norteamericano Patrick Symmes cuenta la homérica aventura que vivió decidido a comprobar si era cierto y cómo hacían los profesionales cubanos para sobrevivir con un salario promedio de 20 dólares mensuales. En la aventura, que por poco le cuesta la vida, rebajó seis kilos y salió al cabo del mes de faquirismo castrista mareado y casi desfallecido por el hambre y la desesperación con que llegó arrastrándose al aeropuerto, decidido a no repetir nunca jamás tamaña insensatez.

Leo el artículo, mientras admiro a un motorizado que se zampa tremendo perrito caliente en el puesto ambulante de una de las esquinas de Plaza Venezuela. Como todo venezolano lo sabe, no hay lugar de nuestro país que no cuente en doscientos metros a la redonda con un perrocalientero, una arepera o una panadería. ¿Permitiremos que en un futuro no muy lejano el régimen convenza al mundo de que en Venezuela la gente se moría de hambre en las calles y no sabíamos leer ni escribir? Que lo sepan de una buena vez: jamás se vivió mejor en Venezuela y fuimos más felices que antes del asalto al poder por el chavismo. Si estamos a punto de convertirnos en el segundo país de faquires de América Latina se debe a la misma estupidez que empujó al abismo a los cubanos: la irresponsabilidad de los medios y los políticos, aliados en la aventura de devorarse a la república con una saña digna de mejor causa. Grábenselo en la frente. E impidan que se consuma la tiranía.

El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad. Ludwig van Beethoven

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