EL NIÑO MASON
Q:. H:. Oscar Aguirre Almeyda Ap:.M:.
R:.L:.S:. Luis Heysen Inchaustegui Nº 3
Gran Logia Constitucional del Perú
RR.•. y QQ.•. HH.•. el presente trabajo está inspirado en el sentir de un aprendiz que frente a la vida masónica es nuevamente un niño, con sus inquietudes y predisposición para aprender. Es así que rindo tributo a mi Madre Logia.
Agitado y con poco aire en los pulmones pero incansable en su lucha, un niño corre a hacia su madre. La observa sentada con esa sonrisa interminable que tanta paz le ha dado durante su corta vida. Pienso en esa idea. En esa dulce inocencia que nos trae la infancia, épocas en las que uno podía preguntar lo que fuere sin ser visto como un ignorante. Y me veo corriendo a mi mismo hacia el regazo de mi madre. Y solo una idea pasa por mi mente. ¡La abrazaré y no la soltare más! ¡Dormiré en su pecho y con el latido de su corazón sentiré que me adormece!
¿Puede alguien no haber deseado esto?
Cosas tan simples como el porqué del dolor en el estomago cuando se corre demasiado, como el porqué de la noche y el día, el porqué tanto apagón en lima, el porqué no se van las mesas en vez de irse la luz o de simplemente preguntarse que si se va la luz… a donde va?
La logia es mi nueva madre, la que me ha dado una nueva luz. Hoy soy un niño con muchos hermanos. En lugar de casa, un templo y en lugar palabras concretas un símbolo. Pero al igual que mi infancia, tengo que aprender por mi mismo a llevar una nueva vida. Mi madre y mis hermanos estarán ahí cuando los necesite, pero deberé ser dueño de mis decisiones y fiel a mis convicciones.
Si busco una respuesta, mi madre me dará tres herramientas fundamentales: Fuerza para seguir adelante, inteligencia para una decisión y rectitud en mi vida. Debo aprender a usarlas. Me ha dado tres puntos no alineados, que según mis conocimientos geométricos, son lo mínimo que se necesita para formar un plano. Es en este sentido que me da los preceptos para una vida nueva y un plano único sobre el cual edificar mi futuro.
Mi madre me mostro la luz, me enseñará el camino, pero no me enseñará a caminar, solo me vera aprender por mí mismo, las veces que me caiga estará para sostenerme. Y hoy mismo siento que puedo correr, que mi primer paso será a toda marcha, siento que este trabajo es mi primer paso y cada vez que quiero seguir con una frase siento que mas me falta para poder caminar, aun me falta ese equilibrio con el cual nacemos. Siento que caigo, y a la vez siento que los que me escuchan relatar este sentimiento, mis RR.•. y QQ.•. HH.•., me dan fuerza para seguir, siento que me levanto y doy un paso más. Porque esa debe ser por ahora mi único cometido. Vivir mi infancia, sentir que debo crecer aprendiendo.
Debo correr hacia nuestra madre, abrazarla a ella y a nuestros hermanos, aprender de ellos lo bueno y lo malo y también de uno mismo, la decisión es solo mía, tengo las mismas oportunidades, las mismas dificultades. Tres herramientas, tres puntos, un solo fin… tallar mi propia piedra.
Pero, ¿Cómo preguntar en silencio?, ¿Cómo ver lo que pasa, si me han puesto en un lugar con menos luz que otros? ¿Cómo sentir que aprendo si frente a mi esta el universo entero? ¿Cómo encontrar el equilibrio en mi mismo? ¿En verdad soy un niño?. Tengo 29 años y debo nuevamente aprender a serlo. Pero esta vez con una diferencia. Porque nada es lo que mis ojos ven y más bien es lo que significa. Por eso el silencio será mi herramienta, por eso mis HH.•. me han dado la fuerza en una mano y para ello tengo la inteligencia en la otra, por eso debo callar y para ello debo trabajar con disciplina.
Ahora seguiré escuchando en silencio a mis hermanos mayores…
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