LOS VERDADEROS FINES DE LA MASONERÍA
JOSÉ ANTONIO OLIVIERI MARADEY
Porque el ignorante no se puede medir con el Sabio, cuyos principios son la Tolerancia, el Amor Fraternal y el Respeto a sí mismo. El ignorante QQ.·. HH.·., es grosero, peligroso, perturbador y desmoralizador de la sociedad donde vive, y mientras pueda, evitará que los hombres conozcan sus derechos y sepan el cumplimiento de sus deberes pues, aun con constituciones liberales, un pueblo ignorante es esclavo. El ignorante, es enemigo del Progreso y permanece en constante combate contra la Verdad, el Bien y la Perfección.
De la misma manera, el Masón, debe combatir el Fanatismo, porque la exaltación religiosa pervierte la Razón y conduce al hombre a practicar acciones condenables. Recordemos, que la Superstición es un falso culto mal comprendido, repleto de mentiras, contrario a la Razón y a las sanas Ideas que se deben hacer de Dios. Por ello, el Fanatismo y la Superstición son los mayores enemigos de la felicidad de los pueblos.
Con la intención de reforzar algunas de las cosas que hemos tratado, permítanme comentar, que cuando alguien pronuncia, lee o escucha la palabra “símbolo”, inevitablemente, se desencadena una serie de asociaciones, que no tienen nada que ver con lo usual que nos incita a descubrir algo, que puede estar un poco más allá.
Por otra parte, el número de símbolos y de signos relacionados con el valor que expresan, es decididamente inagotable, de allí, que cualquier selección que se haga es personal y estará marcada por las preferencias conscientes e inconscientes de quien la realice. Además, habrá que tener en cuenta, el lugar y el tiempo que intervienen en cada caso, ya que con el transcurrir del tiempo el significado de los símbolos va cambiando, lo cual constituye uno de los campos de estudio más interesantes de las actuales ciencias interdisciplinarias.
Pude haber aclarado el concepto de símbolo, al inicio de esta Plancha de Arquitectura, pero debo confesar que estoy pretendiendo, hacer lo mismo que hizo la Masonería conmigo y con cada uno de ustedes, una dosificación progresiva de la información, método éste que permite ir reforzando la idea a la vez que le incorpora otros elementos de análisis para su entendimiento. Por ello, les ruego su comprensión.
El origen de la palabra símbolo, es la palabra griega Simballein, que significa “arrojar juntos” o “reunir”. La forma sustantiva es symbolon y la primera aparición registrada de esta palabra, corresponde a un precinto de plomo del antiguo Egipto. En la antigüedad, estas marcas de garantía, se fabricaban en diferentes materiales y con el tiempo, symbolon pasó a designar la figura que ostentaban dichos precintos. Pero al mismo tiempo, el verbo Simballein intervenía en numerosas figuras de dicción, con el significado de “asociar”, “envolver” y “ocultar”. Hago este comentario, con la intención que tengamos presente, que para muchos estudiosos de las filosofías de vida, principalmente en la India, el símbolo, tiene tres significados: el interno, el externo y el oculto.
Muchas veces, nos preguntamos: ¿Que es la Vida? ¿Para qué Sirve? ¿Cuál es su Finalidad? Pero esta preocupación no ha sido la de todos los hombres. Una gran mayoría de ellos, quiere que solamente les dejen vivir de las satisfacciones materiales, pero por otro lado, para quienes las respuestas a estas preguntas constituyen una verdadera obsesión, meditan con ardor y solo se satisfacen, cuando consiguen una idea capaz de explicar racionalmente cuanto observan. Precisamente, de esta forma, surgen los sistemas filosóficos y religiosos, que se han llegado a propagar inclusive como doctrinas verdaderas.
Realmente QQ.·. HH.·. la Verdad aun nadie la tiene, pero no debemos desinteresarnos, pues es necesario continuar investigando acerca de ese indiscutible enigma.
Esa Verdad, considerada como un misterio inalcanzable que nos atrae irresistiblemente, es muy amplia, muy libre y muy sutil, para dejarse pescar, inmovilizar y petrificar en la rigidez de un sistema filosófico. De allí, que la Masonería, desde el Grado de Compañero, enseña al Masón, a concentrarse no solo en las instrucciones de sus maestros, sino también, a través del ejercicio de la Meditación. Lo cierto, es que la tradición iniciática, conserva intacta a los masones, nociones de esa Verdad, para que la transmitamos a los continuadores de la Obra, nuestra Obra, la Obra del Gran Arquitecto del Universo, motivo por el cual, en materia de conocimiento la Calidad supera a la Cantidad ya que es preferible saber poco, pero saberlo bien.
Otro aspecto importante que le da el simbolismo al Masón, es que propicia las condiciones, para que este, comience a distinguir lo real de lo aparente. No olvidemos, que existe una diferencia importante entre el Masón y el profano. Este aun no conoce la Verdadera Luz, lo que le coloca en desventaja en todo aquello que tenga que ver con la comprensión de la Naturaleza en todos sus planos. Por otra parte, el Masón debe poner todo lo que esté de su parte, para actuar en los márgenes de Tolerancia que le son conocidos.
El Masón en el simbolismo, necesita realmente esforzarse, para alcanzar los niveles de conocimiento que le permitan abordar en profundizad, el contenido de cada grado, particularmente de los números. El Aprendiz, se familiariza con la tétrada Pitagórica, que nos muestra en el cuaternario la raíz y los fundamentos de las cosas. El Compañero continúa en ese estudio partiendo del cuatro para llegar sucesivamente al cinco, al seis y al mismo siete. El Maestro, partiendo de éste último número, llega a la década, vista como la representación de una nueva unidad.
El diez, encierra una unión completa, un ciclo, al cual nada hay que agregar. Pitágoras enseñaba que el diez engendraba el cuatro pues 1+2+3+4 = 10, y lo representaba gráficamente por el triángulo, encerrando diez puntos dispuestos por 1,2,3 y 4.
El estudioso de la Masonería, se dará cuenta que en todas las cosas, es necesario descubrir un cuaternario, porque el ternario, seria en realidad suficiente, si solo nos quedamos en el dominio de lo abstracto y de lo subjetivo; es decir, el Masón, no puede conformarse únicamente con la concepción teórica del hecho. El Masón, es un vivo ejemplo de la praxis en toda la extensión de la palabra. La función del Masón en este sentido, es realizar y luchar constantemente contra todo tipo de dificultades y vencerlas. Luego, como realizador, tendrá el número cuatro, como punto de partida, puesto que como Aprendiz, tuvo el tres. Dicho más claramente, el Círculo, la Cruz, el Triángulo y el Cuadrado que se refieren a la Unidad, al Binario, al Ternario y al Cuaternario respectivamente, deben ser vinculados en el estudio progresivo del Masón.
El Masón avanzado, profundizará en el estudio del número siete, número de la Armonía, resultante del equilibrio establecido por elementos diferentes, donde la suma de los opuestos da siempre como resultado el número siete:
Los antiguos astrólogos, nos dejaron tradiciones preciosas que representan la aplicación general de la Ley del septenario, de la cual los verdaderos iniciados deben comprenderlo todo, pues se dice, que un Maestro, nunca alcanzará la maestría si no comprende que todo cuanto existe, es al mismo tiempo único, triple y séptuplo. Vemos por ejemplo, que las rosetas colocadas en triángulo que decoran el Mandil del Maestro, representan simbólicamente tres anillos entrelazados que forman la trinidad donde se encuentra el septenario.
En esta representación muda, se evocan los conceptos filosóficos de un simbolismo básico y mágico que hace posible la interpretación del porque el
hombre, que estaba extraviado por los sofismas, llegó a dudar de la verdad, de la justicia, del honor y de la virtud, y a suponer, que solo el interés nos gobierna, pues, había ignorado lo que debía negar o creer. De allí, que El Masón de Nuestros Tiempos, debe estar claro que el estudio del mundo físico, no da a conocer el mundo moral, que solo se comprende, cuando la Razón y el Pensamiento, someten sus percepciones a la consulta de la Conciencia, que es su guía por Intuición, para de esta manera, poder distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto y así, hacerse responsable de sus hechos.
Siendo pues la Conciencia un Patrimonio Universal, en todas partes, dicta las mismas leyes, ello, porque el Masón de Todos los Tiempos, al aceptar la comprensión, de que la Conciencia es la facultad que enlaza al mundo intelectual con el físico, aceptará también, que es ella, la que dicta las innumerables leyes del Derecho y el Deber. En este momento, es cuando el Masón está exento de las debilidades del Deseo.
El Masón con estas condiciones en cualquier época, estará capacitado para conocer la concepción del Universo, de su Universo y alegóricamente, de la Inteligencia que lo abraza. Con este conocimiento, el Masón entenderá la composición del cuerpo humano, como síntesis de la creación, por lo que al estudiar el Círculo y su Cuadratura, conocerá a la Madre Naturaleza en su intimidad y se hará Libre para conocerse a sí mismo intelectual y físicamente.
Esto significa mis qq:. hh:., la verdadera representación del sentimiento íntimo de la Inmortalidad del Alma del hombre que se eleva por el pensamiento, a la idealidad de su naturaleza, tomando posesión de su propia Divinidad. De aquí, es de donde la Masonería extrae el comentario de que la religión nos promete la Inmortalidad del Alma después de la Muerte, mientras que la Masonería, nos la da como Patrimonio, desde nuestro nacimiento, pues todos somos hijos de Dios y todos somos Hermanos Perfectos.
El Hombre Masón, continua su elevación a base de estudio, trabajo y dedicación, se hace Libre de la Esclavitud de la Ignorancia, la Ambición y el Fanatismo y se da cuenta por su propia Curiosidad, que son tres los puntos fundamentales que debe alcanzar:
· El Conocimiento del Hombre.
· El Conocimiento de sus Deberes y Derechos.
· El Conocimiento del Modo de hacerlos Efectivos
Todo lo anterior, porque el Deber, supone la existencia de un derecho y viceversa, y como los unos y los otros nacen de la Naturaleza, entonces son recíprocos los Deberes y los Derechos. De allí, que la acción del Masón de Nuestros Tiempos, debe ser tal, que permita el Progreso, que no es más, que el adelanto del conocimiento de la naturaleza de las cosas, adelanto que aumenta según nuestra Razón se desarrolla, haciendo que el Masón, siendo Curioso para estudiar, pueda aplicar todo cuanto vaya en pro de la Humanidad.
Un Masón con estos conocimientos, debe estar preparado para conocer las Miserias del Pueblo y penetrar sus causas, siendo la primera y principal, la Ignorancia, que se combate con el deseo de Saber o Curiosidad
Podrán darse cuenta mis QQ.·. HH.·., que la terminología que se viene utilizando tiene le sencilla aplicación del Estado de Derecho, e iremos profundizando progresivamente como si estuviéramos elevándonos en la Escalera de Jacob, habiendo comenzado desde el Libro de la Ley. Por cierto, que fue el propio Salomón, quien para iniciar en los Deberes y Derechos del hombre a los Harodim, o sea a los 3600 jefes que vigilaban y juzgaban a los obreros del templo bajo Tito, creo el Título de Preboste y Juez. La Gratitud, inmortalizó a aquellos Maestros Irlandeses, dándoles a este conjunto de hermanos, el Título igualmente, de Maestro Irlandés. Desde ese momento, se le comenzó a llamar Masonería Escocesa, puesto que Scot, era Título común a Irlanda y Escocia empleado hasta el siglo XI.
Como Masones, sabemos que debemos justicia igual a todos los hombres, con la mayor imparcialidad, benevolencia y discreción, consagrándonos con celo y constancia a nuestro Templo, y teniendo pendiente, que debemos destruir la Ignorancia, la Hipocresía y la Ambición para poder estudiar la Soberanía y sus atributos en relación con la sociedad humana y los Derechos del hombre así como la Justicia y la Equidad en la distribución de esos mismos derechos.
El Masón, tiene la obligación de aplicar el estudio de las Ciencias al Conocimiento de la Organización Social y al de los móviles que la subyugan y enaltecen. De hecho, este Masón, es conocido como Maestro de Israel, al cual se le inculca la máxima más bella de la moral más pura: “cada uno para todos y todos para cada uno”, preparándosele para el entendimiento del Derecho de Propiedad y su origen, así como la riqueza y el capital en sus relaciones con el trabajo.
¿Qué creen ustedes mis QQ.·. HH.·., que podría hacer un Masón con la preparación que hasta este momento hemos tratado de diseñar?
Pues, dedicarse al estudio de la administración de Justicia, ya que siendo este el atributo más grandioso de la Soberanía de un Pueblo, solo el Masón está debidamente consciente para saber, que debe ejercerse con la más absoluta independencia del Poder Ejecutivo. Será pues responsabilidad de este Masón, diseñar el Marco Teórico, que explique y justifique que la Autoridad encargada de hacer cumplir les Leyes, es el Poder Ejecutivo.
El Masón, conocedor de estas condiciones, no permitirá jamás, que el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo estén unidos y en las decisiones de una sola persona, porque esto sería entregarse inerme en las garras del despotismo.
Esta es la razón, por la que el Masón defenderá que el poder Ejecutivo mantenga el Orden, cuide que cada quien cumpla con su deber e impida que el fuerte oprima al débil, así como también, adoptará las precauciones compatibles con la Libertad, para conservar sobre todo, la salud Pública y del Estado, o sea, un nivel de calidad de vida cada vez mejor. Todo esto QQ.·. HH.·., para garantizar que con el cumplimiento del voto directo, pueda mantenerse la Democracia.
El Masón, descubre ahora, con la aplicación del Conocimiento, que definitivamente, debe luchar contra dos grandes enemigos como son la Ignorancia y la Hipocresía, por cierto, mas difíciles de destruir que la Ambición, el tercer enemigo. Para ello, se prepara con el decoro Diplomático que le permitirá embellecer su sutil formación y hacerse embajador en los países extranjeros. En el fondo, el fin de todos estos niveles de conocimiento, son la aparente reparación material de un crimen y su castigo, enriquecido en explicaciones morales que se revelan en los pequeños misterios.
Siendo ya el Masón un Elegido para ordenar la organización social, tiene que recordar que los símbolos, como ya dijimos, tienen un significado aparente o esotérico, uno exotérico o externo y uno oculto. En el Simbolismo, el Masón conoce lo grandioso y oculto de la Naturaleza a través de la Moral más elevada, pero también esboza lo útil de la filosofía y lo universal de la política; solo así, el Maestro estará preparado para dedicarse al estudio de la Creación y los Misterios de la Vida y la Muerte.
Este compromiso sagrado, se complementa con el conocimiento del Juez inexorable que premia y castiga nuestras buenas o malas obras, para luego, en el Camino de la Perfección, elevarse al creador en agradecimiento, pero comprendiendo que todos somos sus hijos y que todos participamos del Reino de la Tierra y los Cielos.
Lo cierto mis QQ.·. HH.·., es que en cada símbolo, el Masón va descubriendo un significado oculto, y así, inteligentemente, va encontrando el significado histórico del conocimiento humano.
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