sábado, 16 de julio de 2016

EL GRADO DE COMPAÑERO Y LA CÁMARA DEL MEDIO


EL GRADO DE COMPAÑERO Y LA CÁMARA DEL MEDIO

La masonería tiene muchos paradigmas sobre los cuales los masones no solemos profundizar, y menos en lo tocante a las cuestiones rituales, digamos que en España, se vive de espaldas a esa realidad, arremolinados como estamos en torno a los viejos clichés historicistas en la conformación de nuestra historia masónica.
Un ejemplo de esa penuria se produce fundamentalmente en la masonería simbólica, y por traer un ejemplo es de mostrar las escasas planchas en el Grado de Compañero o Maestro que versan sobre una cuestión como la Cámara del Medio, la letra G o la Estrella Flameante con innovadoras aportaciones, fuera del corte y pega, y si bien se pudiera considerar que algunos de ellos no son temas capitales, sí que cobran sentido en el desarrollo del currícular de todo masón.
ya que abordar estas temáticas intentando concurrir en nuevos enfoques, fuera el carril del trillo habitual, revela de por sí la existencia de un espíritu intelectualmente crítico que en general adolecemos bastante en la masonería española, a juzgar por lo que se lee, que es poco o casi nada.
Esa carencia de trabajos sobre la Cámara del Medio, en cuya denominación y desarrollo parece que muchos Hermanos ni reparan, más a allá de la cuestión simbólica y mítica del espacio que ocupa la Cámara, o el concepto del «Medio» que algunos autores desarrollan visto desde la centralidad y el universo como punto de inflexión.
Reflexionando sobre las posibles causas de ese abandono del estudio simbólico y ritual por parte de Hermanos y estudiosos masónicos se puede llegar a conclusión que ello pudiera provenir de cierta grima, o prejuicios existentes a la hora de trabajar con materiales como las divulgaciones, los catecismo, o los rituales, los cuales en su mayoría nos remiten irremediablemente a la Biblia, y cuando no a la divinidad o la indagación sobre la trascendencia, o los distintos significados de los nombres de Dios…;
Y eso creo que pudiera haber espantado a muchos Hermanos estudiosos de la masonería, como por la dificultad existente a la hora de explicar la existencia, la evolución, y la interpretación histórica y su papel en la actualidad en temas como el que nos ocupa la Cámara del Medio.
Temáticas que en muchas ocasiones entraña la inmersión en los viejos arcones documentales, que en general presentan no pocas lagunas enmarcadas en épocas, y lugares como son Inglaterra o Francia. Ante ello los especialistas masónicos se han inclinado hacia las explicaciones simbólicas-herméticas, que por otro lado es lo que menos compromete menos dificultad tiene para la argumentación y de cuya lid se puede salir razonablemente bien.
De hecho, poco se oye que les llame la atención, o les asalte la duda, cuando se habla de llevar diversas cuestiones a la Cámara del Medio, es ante esa propuesta y el nombre de esa cámara cuando brota la eterna pregunta de la cual surge la contradicción:
¿Cómo es que se reúnen los Maestros Masones en una Cámara del Medio?
De este paradigma surgen no solo preguntas embarazosas sino también las respuestas más dispares, aunque no hay que obviar que a veces uno puede encontrar la hipotética respuesta, aunque se ignore el desarrollo y la evolución y las contradicciones que hubiera al respecto; pero sería interesante conocer las argumentaciones para poder completar el trayecto propio de nuestra historia y evolución.
Ante tal incógnita acerca del posible origen de la Cámara del Medio, más allá de tener la respuesta final, que también, lo que me interesó conocer es el desarrollo de cómo se llegó a una, e incluso a dos hipotéticas Cámaras del Medio, y dónde se podían ubicar con respecto al Templo de Salomón que es uno de sus preclaros referentes, amén de los temas paralelos que se van descolgando de toda esta compleja interrogante.
El tema lo tenía estancado, hasta que el Hermano Tapia, me dio la clave de bóveda de esta búsqueda, la cual que pasó por la relectura del libro de Roger Dachez: La chambre de Milieu.
Este es uno de esos raros libros, tal vez el único, que he podido leer al respecto. Por tanto desde aquí dar las gracias al Hermano e investigador francés por sus aportaciones que iré vertiendo al castellano a modo de reseña de lectura y a la vez iré desarrollando otros comentarios a modo de complemento para alcanzar si ello es posible un mayor conocimiento.
Utilizaré el citado texto a modo de hilo conductor, traduciendo, interpretando e intercalando otras opiniones o planteamientos, tanto propios como ajenos, para de este modo ir adentrándonos en la aparición y desarrollo de esta singular Cámara, o Cámaras, y desentrañar, si es posible, más allá e grimas o prejuicios, el desarrollo, evolución y desenlace de este grado de Compañero y sus complementos, yendo más allá de las clásicas interpretaciones metafísicas aportadas.

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