martes, 9 de octubre de 2012
DAVID Y SALOMÓN.ACRECENTANDO REVELACIONES DE VERDAD Y SABIDURÍA
Frecuentemente nos hemos referido a la Biblia como “El
Maravilloso Libro de las Épocas”. Esto se evidencia por el hecho de que mientras más uno avanza espiritualmente, más le revelan las
Escrituras sus extraordinarios secretos escondidos. Como se ha
indicado antes también, a medida que el hombre ingrese en la
iluminación de la Edad Acuariana, va a comprender que la Biblia no es solo el Libro Supremo de la Luz, sino que le además le abre misterios más profundos y verdades más insondables que las que se puede imaginar en el presente.
Muchas verdades sin tiempo están encubiertas en los registros
bíblicos de David y Salomón, los que poseían poderes iniciáticos de
un alto grado. Para evitar el mal uso que se pudiera dar a las
verdades espirituales que ellos entregaron al mundo, o que fueran
degradadas por personas aun no capaces de captarlas y aplicarlas
correctamente, éstas fueron envueltas en símbolos poco atractivos ó encarnadas en relatos que estaban de acuerdo con el desarrollo primitivo y sensual entonces prevaleciente.
Una enseñanza de la antigüedad expresa: “Si usted supiera la
doctrina, entonces tendría que vivir la vida”. Al ser esto así, uno debe concluir que David y Salomón –dos almas iluminadas calificadas para asumir el liderazgo espiritual de su gente- no eran responsables de la conducta reprimible que la interpretación literal de algunos relatos bíblicos les atribuye. Por ejemplo, la mujer en la vida de David indica realmente estados definidos de su desarrollo espiritual más que varias uniones poligámicas, como aparecerían ser en las lecturas literales. Se dice de Salomón que tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas. Numéricamente sumados el 7 y el 3 nos da 10, el número de la realización espiritual. Tal es el significado de este número como se lo emplea a lo largo de todo el Antiguo Testamento.
Se le designa a Salomón como el más alto Iniciado de la
Dispensación del Antiguo Testamento. El gran amor que mostraba
profesar a las mujeres, no debe ser considerado como una pasión
ciega personal, sino como un medio de transmitir el hecho espiritual
que experimentó, el éxtasis que viene de haber obtenido la unión con el exaltado Principio Femenino, estado que es un requisito para
grados iniciáticos más altos adscritos a ellos. Por otro lado, las varias mujeres en la vida de Salomón representan esotéricamente los diversos pasos en el progreso de un aspirante, como Miguel simboliza los poderes marciales de Marte que se dan como una acechanza para David; Eglah, el personal e íntimo amor de Venus; Chimham, la expansibilidad de la conciencia Jupiteriana; Hagith, la ley y el orden de una bien desarrollada naturaleza Saturnina; Abital, los atributos incrementados de la fe y la sabiduría generalmente asociadas con Mercurio. El matrimonio de David con Abigail simboliza un elevado estado de conciencia espiritual. (I Samuel 25: 2-42)
Abigail implora por Nabal, el tonto, que personifica la naturaleza
inferior del hombre. Nabal rehúsa compartir el alimento con David, lo que significa ciertas cualidades espirituales sobre las cuales un necio mortal no tiene comprensión. Luego de haber alejado a los hombres de David y entonces tomar parte en una orgía alcohólica, duró solo diez días. La muerte de Nabal, (la naturaleza inferior) fue seguida de la unión de Abigail (el gozo de Dios) y David (el Bienamado). Esto significa otra vez una unión con el “eterno femenino que nos conduce siempre hacia arriba y adelante” -en esta ejemplificación de la coronación de David en Hebrón (la unidad) como Rey de Judá (amor y aclamación). David comenzó el verdadero gran trabajo de su vocación solo después de este MATRIMONIO MISTICO.
A David, como Rey de Judá, se le preparó durante un periodo de
siete años para una posición aún más alta: la de Rey de Jerusalén, la
ciudad de la Paz. Se le enseñó a leer el Archivo Akásico (la Memoria de la Naturaleza) y a estudiar en éste los prototipos del más altísimo Templo de Misterios, develados mas tarde por su hijo Salomón.
Así como hay ciertos centros espirituales en el cuerpo de un
hombre, hay centros correspondientes de energía espiritual dentro
del planeta Tierra. Por incontables miles de años los emplazamientos de estos centros terrenales han sido los lugares donde están situados los Templos de Misterios. Desde cada uno de ellos, personas que están dentro de su área de irradiación, se les han impartido avanzadas verdades espirituales y Jerusalén, la ciudad de la Paz, fue el sitio para dicha emanación de poder.
Esotéricamente hablando, Jerusalén está en el mismo corazón
de la Tierra. Según el testimonio de la visión desarrollada, fue
escogida muy al comienzo de la civilización y consagrada por los
Sabios bajo la guía de los líderes angelicales. Melquisedec, el
Sacerdote Arcano y uno de los más exaltados miembros de la
Fraternidad Blanca, trabajó y enseñó en dicho lugar. Trajo a Ariana la sabiduría sagrada de los Atlantes antes de su inundación final -
registrada bíblicamente en el relato del Diluvio. En este lugar sagrado -llamado Salem, la ciudad de Paz- Abraham fue iniciado en las observancias del primero de los Misterios que culminó en el Convite del Señor o Última Cena, el Banquete del Pan y del Vino. Mas tarde el mismo altozano fue el lugar escogido para el Templo de Salomón y de allí en adelante Abraham superó la prueba suprema en el Rito de la Renunciación cuando se le ordenó que sacrifique a su hijo Isaac.
Cuando esta ciudad sagrada hubo pasado a las manos de los
Jesuitas, ellos la renombraron JEBU y establecieron allí un Templo
dedicado a Astarte. Alrededor del año 1000 A.C. luego de llegar a ser Rey de Judá y de Israel, David fue imbuido a hacer de esta ciudad su capital y la renombró la CIUDAD DE DAVID. Siempre ha habido un poderoso influjo y reflujo de energía espiritual desde Jerusalén, localizada en una colina que dominaba un amplio territorio circundante. Y además de ser el corazón central de toda la Tierra y el hogar de Judá, del signo real Leo, merecidamente llegó a ser la CIUDAD DEL REY.
Lo que es más aun, Jerusalén fue el eje central de los primeros
Misterios Cristianos.- por lo cual el trabajo de David y los servicios
celebrados en el Templo de Salomón constituyeron su preparación. Y está destinada a instituirse en el centro de los Misterios Cristianos en preparación para la segunda venida de Cristo como lo fue para Su aparición previa. En efecto, este lugar sagrado fue la MECA de los Iniciados tanto de la Vieja como de la Nueva Dispensación. Fue el escenario de actividad de todos los profetas del Viejo Testamento, excepto de Amos y Oseas. Dentro de este ámbito los Libros del Viejo Testamento fueron, si no escritos, concebidos. José y la Madre Sagrada fueron acólitos del Templo de Jerusalén que fue también el escenario del trabajo del Maestro y de aquellos sus discípulos y seguidores cercanos y muchos de estos últimos recibieron su preparación en comunidades localizadas en áreas cercanas a su elevada radiación espiritual -como por ejemplo, el Monte de los Olivos, donde David pasó una de sus pruebas de regeneración y donde Cristo Jesús hizo su final y completa renunciación en conformidad con la voluntad del Padre. Y la crucifixión de Cristo tuvo lugar en esta ciudad
tan altamente energizada.
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