domingo, 7 de octubre de 2012

MASONERIA: mística, esotérica o racionalista

Una compilación de ideas propias y recogidas de distintas fuentes
por el MRH:. José Schlosser

¿De qué Masonería me estáis hablando?
Porque la Masonería es tanto racionalista
como esotérica, mundana y espiritual,
como el hombre mismo.
En una palabra: es una paradoja.
León Zeldis

LA BIBLIA

El único fin que persigue la Masonería es perfeccionar al hombre,
individualmente considerado. La enseñanza de la masonería es de carácter
moral y filantrópico, despierta el espíritu crítico de los individuos.

La Masonería no es una religión pero se apoya en un fuerte sentimiento
religioso, pues no podemos admitir a nadie que no declare creer en un Ente
Superior, y para que ese Ente Superior pueda conciliar con todas las religiones,
- pues la masonería es universal,- le llamamos “Gran Arquitecto del Universo”.
Nuestras reuniones no son válidas si no invocamos al principio y al final de las
sesiones al Gran Arquitecto del Universo, y si no está sobre el ara de nuestros
templos el libro sagrado, en nuestro caso la Biblia. Por lo tanto, la Masonería
Regular rechaza totalmente el ateísmo. Pero acorde con el pensamiento de la
mayoría de los HH:. de nuestra Logia, ese libro sagrado no tiene implicancias
religiosas sino morales: En los tradicionales Landmarks, según la versión de
Mackey, en su art. Nº 21 se estipula: « La necesidad de que un libro de la Ley
sea indispensable, como que contiene la voluntad revelada del G:.A:.D:.U:.».
La ambigüedad de este Landmark ha ocasionado múltiples controversias pues
la «voluntad revelada» varía sustancialmente según cada religión y sus
respectivos Libros de la Ley. La Biblia en nuestros altares carece de
toda significación religiosa y dogmática, ya que de ser así iría contra nuestro
principio de Tolerancia y respeto hacia todas las religiones conocidas, siendo
únicamente un Símbolo de la Ley Moral y de la Fraternidad entre los hombres.

MISTICISMO

Según Wikipedia, la palabra proviene de místico2 e -ismo.
Sus acepciones: 1. m. Estado de la persona que se dedica mucho a Dios
o a las cosas espirituales. 2. m. Estado extraordinario de perfección
religiosa, que consiste esencialmente en cierta unión inefable del alma
con Dios por el amor, y va acompañado accidentalmente de éxtasis y
revelaciones. 3. m. Doctrina religiosa y filosófica que enseña la
comunicación inmediata y directa entre el hombre y la divinidad, en la
visión intuitiva o en el éxtasis.
RACIONALISMO
1. m. Doctrina filosófica cuya base es la omnipotencia e independencia
de la razón humana. 2. m. Sistema filosófico que funda sobre la sola
razón las creencias religiosas.
INICIATICO,CA
Según el Diccionario de la lengua española 2005 de Espasa-Calpe: adj. Que
inicia en lo desconocido o secreto: ritos iniciáticos.
ESOTERISMO (del griego ???????? [API /e'so:teros/]: «dentro, desde
dentro, interior, íntimo»; unido alsufijo «–ismo») es un término genérico usado para referirse al conjunto de conocimientos, doctrinas, enseñanzas,
prácticas, ritos, técnicas o tradiciones de una corriente filosófica o religiosa, que son secretos, incomprensibles o de difícil acceso y que se transmiten
únicamente a una minoría selecta denominada iniciados, por lo que no son
conocidos por los profanos.
Por extensión, el esoterismo se refiere a toda doctrina que requiere un cierto
grado de iniciación para estudiarla en su total profundidad. En contraste, el
conocimiento exotérico es fácilmente accesible para el público común y es
transmitido libremente.
Dijimos que la masonería regular rechaza el ateísmo. Pero en muchas logias,
aún las regulares, hay un componente de Hermanos que sin ser ateos,
declaran su escepticismo respecto a la existencia o influencia de Dios.
Ahora que conocemos las definiciones podemos concluir que entre la visión
prescindente de Dios y la que denominamos mística, nos encontramos con
perspectivas transigentes en las que la creencia en el GADU es menos
exigente, se lo admite sin embargo como un símbolo indefinido, un poder
superior e indefinido.

Hemos repetido muchas veces que en nuestra logia, repito, en nuestra logia,
no vemos al Tanaj, o al Nuevo Testamento o al Corán como libros revelados,
sino como producto de la sabiduría humana que marca normas éticas. Y hagamos aquí una disgresión para distinguir la Etica de la Moral:

MORAL


Es el conjunto de principios, costumbres, valores y normas de conducta,
adquiridos y asimilados del medio (hogar, escuela, iglesia, comunidad). Su
asimilación y práctica no es consciente o racional, sino principalmente, de un
sentimiento de respeto a la autoridad moral de la que provienen. Valga el
ejemplo del rechazo del judío por parte de los españoles: durante siglos a los
fieles cristianos se les machacó desde el púlpito la idea de que los judíos eran
un pueblo pérfido, negador de Cristo y luego deicida, a los que debía
despreciarse. Este antijudaísmo doctrinal se fue convirtiendo paulatina,
inconsciente o genéticamente en el anti-semitismo popular. Y este antisemitismo asumió la forma de una norma moral, (recalcamos, inconsciente e irracional).

ETICA

Es también un conjunto de principios, valores, costumbres y normas de
conducta, adquiridos, asimilados y practicados de un modo estrictamente
racional o consciente. Corresponde al ejercicio libre y consciente de la razón
para justificar nuestros actos desde el punto de vista del bien y del mal.

Visto de esta manera, podemos decir que la moral es particular y subjetiva,
mientras que la ética es universal y objetiva, porque se basa en principios
racionales, que trascienden los hábitos y las costumbres particulares. Por ello,
es distinto el antisemitismo español (inconsciente, subjetivo) al antisemitismo
que practicaban los nazis hitleristas, racional y consciente. si bien pueden
existir diversas “morales” o costumbres morales (la moral de lo costarricenses, de los chinos, etc.).

Entonces, considerados los Libros Sagrados desde una perspectiva ética (y no
religiosa ni moral), todos los masones del mundo pueden coincidir en su
aceptación como símbolos sobre el Ara.

Este enfoque puede contribuir a que el espíritu masónico tenga una profunda
unidad. Todos los masones del mundo buscan la verdad, y exigen tolerancia,
libertad y fraternidad, dentro de un marco de igualdad.
La logia se convierte así en un tabernáculo para practicar la solidaridad, para
expresar ideas y para poner al conjunto contenido, el marco ordenador del
ritual.

Ver “El Gen Antisemita” de este mismo autor en
http://cadenafraternal.110mb.com/planchas/Plancha%20N.00608%20-
%20EL%20GEN%20ANTISEMITA.pdfPero ah!, mis Hermanos, EL RITUAL.
ESOTERISMO
¿Qué es esotérico? Es lo oculto, lo reservado, la doctrina que los filósofos de la
antigüedad, y también los magos, los astrólogos, los alquimistas, los cabalistas,
lo que ellos practicaban en secreto
EL RITUAL es un instrumento y corresponde al masón practicar su enseñanza
simbólica bajo uno de estos tres aspectos: el ESOTÉRICO, el MISTICO o el
RACIONAL.
El aspecto místico representa la experiencia viva de la espiritualidad y de la
introversión.
Más que un proceso cognoscitivo, el objetivo de la mística es conseguir una
vivencia, inexpresable con palabras y cuya culminación es el estado de éxtasis.
Este estado extraordinario de éxtasis puede llevar al sujeto a lograr
revelaciones intuitivas y trascendentes.

Lo místico implica misterio y una razón oculta. Es decir que todo lo místico es
esotérico, pero no todo lo esotérico es místico.
Entonces, la pregunta que yo os hago es: ¿Nuestra visión del ritual es mística,
esotérica o ha evolucionado a una consideración racionalista?
Supongamos que esa visión es Esotérica.
La primera llamada de atención es que el esoterismo de la liturgia masónica no
es absoluto y determinado: en algunas logias es más dominante, mientras que
en otras constituye una expresión cultural, social organizadora.
Dentro de esa expresión, – cultural, social y organizadora,- la manifestación
exterior y comunicante del elemento esotérico son los símbolos.
Y los símbolos tienen un significado basado en el consenso.
Si es un consenso universal, permite la participación de cualquiera.
Si es un consenso limitado a un grupo determinado, se convierte en el secreto
de los integrantes de ese grupo.
¿Qué grupo integramos nosotros, los Hermanos de la logia “La Fraternidad”?
Es el mismo grupo que integran todos los Hermanos Masones del mundo? ¿O
hay diferencias? ¿Esas diferencias son substanciales o solamente formales?
La masonería latina, es decir, la de los países latinos, a lo largo del siglo XIX,
debido a las incidencias político-religiosas que afectaron a estos países, experimentó algunas variaciones ideológico-prácticas, que se manifestaron en
un fuerte laicismo y anticlericalismo, que en algunos derivó hacia un
sentimiento antirreligioso o hacia un profundo agnosticismo. En algunas
obediencias se llegó a la supresión de la antigua invocación masónica A la
gloria del Gran Arquitecto del Universo borrando de sus estatutos la obligación,
hasta entonces exigida para ser un verdadero masón, de la creencia en Dios,
en la inmortalidad del alma, y el tomar el juramento sobre la Biblia, considerada
como expresión de la palabra y de la voluntad de Dios.
Esta declaración ocasionó en algunos medios masónicos una manifestación de
rechazo, sobre todo en Inglaterra y en EE.UU. Las obediencias de estos y otros
países rompieron todas las relaciones con las obediencias masónicas que a su
vez habían roto la tradición masónica. En adelante fueron consideradas
irregulares.
Existen, pues, varias Masonerías en el mundo, totalmente independientes,
pero, sin embargo, con distintos matices, el espíritu masónico es único.
Las Obediencias tienen distintas inspiraciones. Algunas, hemos visto, bajo la
influencia de la Gran Logia de Inglaterra son teístas. Sólo admiten en su seno a
los que [cristianos, musulmanes, judíos, hindúes...] reconocen un Dios como
principio creador – el Gran Arquitecto del Universo – y una fe en la verdad
revelada, tal como se encuentra en la Biblia y otros libros sagrados, como el
Corán, los Vedas, etc.
Otras Obediencias –en especial algunas de las llamadas masonerías latinas–
son de inspiración racionalista o liberal [como algunos prefieren hoy calificarlas]
y rechazan, al igual que el Gran Oriente de Francia, la referencia al Gran
Arquitecto del Universo y profesan un estricto laicismo, suprimiendo de sus
rituales incluso la Biblia.
Entre ambos extremos hay posiciones intermedias, que, sin exigir la creencia
en el G.A.D.U., sin embargo, lo admiten como un símbolo indeterminado, un
poder tutelar y desconocido. La Biblia tampoco tiene el carácter de libro
revelado, sino el de un libro sagrado entre los demás, que atestigua la
sabiduría del hombre. Respetan la tradición sin tratar de saber lo que en
realidad significa, lo que en ella se esconde.
Esta diversidad de Obediencias no impide, sin embargo, que el espíritu
masónico tenga una profunda unidad. Todos los masones del mundo buscan la
verdad, y exigen tolerancia, libertad y fraternidad, dentro de un marco de
igualdad.
El masón en cualquier caso puede vivir en la logia la experiencia reconfortante
de la solidaridad y del saberse escuchar mutuamente, y experimenta la
importancia del ritual. Que el acento propiamente litúrgico, a veces esotérico,
sea más marcado en unas obediencias, o que sea mitigado por un aspecto
más simplemente cultural o social en otras, el hecho es que la Masonería no
abandona sus signos, siglas, ritos y símbolos. A través de esta solidaridad, estos intercambios, estos rituales, un hombre nuevo nace o, tomando la
terminología masónica, la piedra bruta accede a la dignidad de piedra tallada.
Para comprender de qué hombre se trata aquí es preciso evocar la visión del
mundo que cada obediencia tiene. Según las diversas interpretaciones, ya
apuntadas, es lógicamente natural que se formarán hombres bien diferentes.

En cualquier caso siempre será requerido el esfuerzo moral, si bien en un
sentido de perfeccionamiento de todas las virtudes del humanismo laico, en
unos casos, y en un sentido de iniciación espiritual en otros. (Prof. José Antonio Ferrer Benimeli)

EL METODO

Hasta hoy, hemos recorrido un largo camino guiados por la metodología
clásica que imponen las normas de la enseñanza masónica. El simbolismo,
mis Hermanos, ocupa en ella un lugar preeminente. Y no en vano: “las verdades veladas por alegoría e ilustradas por símbolos, representan el lazo sentimental e histórico, el cordón umbilical que nos une con el nacimiento de nuestra Orden, ya sea en el fabuloso ámbito prehistórico como en el formal del Renacimiento. Pero su relación debe ser aceptada, – y no impuesta, – como un etéreo manto común que confirme una comunidad de intenciones, que constituya un sostén ideológico y que sea un positivo y honorable aliciente para continuar luchando por el Arte Real. Y no como método.

Apenas tres siglos nos separan de la creación de la Gran Logia de Inglaterra.
Pero qué siglos!

MAPA DEL CONOCIMIENTO HUMANO

El desarrollo intelectual del mundo en dicho período ha seguido una curva
exponencial ascendente como nunca en la historia de la civilización. La
tecnología, la ciencia y el pensamiento en general se han desarrollado en
forma tal que nos resulta difícil siquiera imaginar la estructura mental de
nuestros ancestros. Para ellos, alegorías y símbolos eran el método adecuado
para concentrarse en la meditación de las verdades trascendentales. ¿Pero
hoy? Los más pequeños de nuestros hijos o nietos tienen al alcance de sus
pequeños dedos un número incalculable de fuentes para su desarrollo mental
y para su información. Sólo una o dos generaciones y ya ellos nos han
superado en el desarrollo de sus métodos de aprendizaje. De nuestros
orígenes formales nos separan doce generaciones en cuyo transcurso el
entendimiento ha descorrido los velos de los secretos más recónditos de la
naturaleza. ¿Y nosotros queremos enseñarle a una nueva generación de
masones la esencia de esos secretos a través de sistemas obsoletos, que en
el mejor de los casos despiertan incomprensión y en el peor rechazo?

Así pues nos encontramos en una trampa en la que nos aferramos a lo que ya
sabemos y miramos con resquemor la posibilidad de todo cambio o la
necesidad de esforzarnos por poner al día aunque sea parcialmente nuestros
conocimientos, mientras los nuevos eslabones pierden rápidamente el interés
por las “verdades” extemporáneas que sus mayores intentan explicarles,ceñidos a viejos rituales que han dejado hace tiempo de servir a sus
propósitos didácticos.

EL TRABAJO

Pero es más: el valor del trabajo ha seguido una curva sinuosa a través de
estos últimos trescientos años: en vida del economista y filósofo escocés Adam Smith (1723-1790), fuera de las vidas elegantes de las clases acomodadas de las Islas Británicas, hombres, mujeres y niños debían matarse trabajando en minas o fábricas en condiciones infrahumanas, para lograr
mantenerse. Estos pobres esclavos no eran quienes se reunían en los salones
de las tabernas para discutir sobre ideales. La Revolución Francesa fue el
triunfo de la burguesía pero no de las masas obreras. Recién a fines del siglo
XIX y después de la primera guerra mundial comenzaron a reducirse
realmente las horas de trabajo y a mejorar las condiciones del mismo.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, comienza un proceso que
cristalizaría recién al llegar la última década del siglo XX con la denominada
“globalización”. Y aquí la curva que señala el valor del trabajo comienza a
enrularse caóticamente: se mezclan varios fenómenos socio-económicos
tales como la acumulación de la riqueza en pocas manos, una profundización
del abismo entre pobres y ricos, una incentivación del consumo de bienes
superfluos de cuantioso beneficio para los productores y en lo que a nuestro
tema se refiere, una acentuación del miedo a perder el empleo. Recordemos el pánico, – que creíamos exagerado, – de los japoneses que renunciaban a sus licencias para no correr el riesgo de encontrar su puesto ocupado cuando regresaran. Pues en distinta forma pero en definitiva el mismo fenómeno, ello se reproduce hoy en el mundo occidental. No tan notable en el obrero, protegido por su sindicato, pero sí en los trabajadores de “High Tech”, en los administrativos rodeantes, en los encargados de ventas y en general en las innumerables “piezas humanas” que conforman el engranaje de la gran
máquina de producción que hasta la gran crisis del pasado año se clonaba
aceleradamente como si el poder de absorción de los mercados no tuviera
límites.

Tanto entonces como hoy, las exigencias laborales se hicieron extremas. El deseo de gozar de un hábitat conveniente para su familia fue alejando la
vivienda de los centros de trabajo, lo que agregaba una hora o más a la
ausencia del hogar. A su regreso al mismo, generalmente simultáneo con el
de su pareja que también contribuye a la economía familiar, hay que ocuparse
de comprar provisiones, cocinar, limpiar, escuchar las aventuras de los hijos,
ayudarlos en sus tareas escolares y mil tareas más que sólo permiten llegar a
la cama poco antes de medianoche. Quizá esté allí el aumento de los
divorcios, en parejas que no tienen cuando gozarse mutuamente.

LUGAR PARA SER MASON


Y allí entra en escena la masonería, queriendo crear una ilusoria campana de
cristal en la que no se sufran las consecuencias de esta revolución social, -
estuvimos a punto de decir “explosión”, – en la que pretendemos de nuestros
Hermanos “activos” que hagan una pausa para repetir emotivas y no menos
significativas ceremonias, que estudien hasta el cansancio aquellas leyendasy aquellos símbolos a que nos referíamos antes, con la promesa de que al
producirse la milagrosa develación de los misterios, ellos se convertirían
automáticamente en mejores personas, en generosos activistas de la
solidaridad, en continentes henchidos por el amor fraternal, en fin,
en Iniciados. Y para ello, las páginas web del mundo claman por encontrar “el
método de instrucción”, que solucione todas las crisis de la masonería.

LA PIEDRA FILOSOFAL CIBERNÉTICA

Pero mis Queridos Hermanos! Si tenemos ante nosotros la piedra filosofal, el transmutador en oro espiritual e intelectual. Es nada menos que nuestro ”Querido Hermano Computador”, y la navegación por el Internet donde podemos encontrar todos los elementos para conocer la verdad, hasta donde ella sea conocible. Pero claro, el inventor se olvidó de incluir en el software la opción de grabar automáticamente en nuestra mente, sin leer, la información y las conclusiones. Se empeñó en que pensáramos. Y ¡quién dispone del tiempo para hacerlo! La evolución del hombre globalizado lo lleva a ser un zombi en el que su permanente y enloquecida actividad actúa como un encantamiento vudú que lo hace vivir esclavizado, sin que tenga la voluntad de pensar.

HOMBRES LIBRES


A pesar de todo, nuestros Hermanos de todo el orbe están parcialmente
inmunizados contra esa servidumbre, porque lo que les ha permitido
traspasar las puertas del Templo es su condición de hombres libres. Y como
tales, están dispuestos a concentrarse voluntaria y conscientemente durante
las dos horas que insumen los Trabajos en logia. Pero hay que fijarles un
nuevo carácter. Las ceremonias deben ocupar el lugar que les corresponde
como símbolo de nuestro pasado. Pero la casi totalidad del tiempo disponible
debe dedicarse a la ampliación de conocimientos profanos, trascendentales,
propios de una presentación de temas interdisciplinarios.
Temas elevados, incentivantes, constructivos, académicos, moralizadores, que
le permitan al participante llegar a la Cadena de Unión que clausura las
Tenidas “contentos y satisfechos”.

LA INSTRUCCION MASONICA


Ante todo, qué no debemos hacer con ella: al fijar el Plan Anual, se obviarían
temporalmente los temas de instrucción simbólica en las Tenidas Regulares,
que serían desarrollados en las Cámaras de los distintos Grados.

ACTUALIZACIÓN METODOLÓGICA:

Basada en un “diálogo reflexivo”. Las Cámaras contarían con la participación
del Aprendiz, Compañero o Maestro, convirtiéndose el Vigilante u Orador en un orientador, un guía, un incentivador y no en un transmisor de saber, un enseñante

SECULARIZACION

Nuestros objetivos serían los de una secularización de los temas que se
presenten Utilizamos la palabra “secularización” como forma de definir el
proceso que experimenta una logia cuando esferas de saber más efectivas y
científicas, y metodología más actualizada se suman a la enseñanza simbólica.
Las ceremonias siguen contribuyendo a mantener las tradiciones ancestrales.
La masonería se desarrolló simultáneamente con la Ilustración, pero en el
delicado equilibrio necesario para la coexistencia de ambas influencias,
colocó siempre al ceremonial y al simbolismo por encima de la mundana
corriente intelectual iluminista . No en vano muchos de los mismos hombres
que comenzarían a reunirse poco después de comenzado el siglo XVII en
“logias” que cristalizarían en la institucionalización de la franc-masonería,
fueron diversificándose en sus intereses. Así, distintos grupos de intelectuales
europeos, fueron fundando instituciones como las “Academias” italianas,
napolitanas, españolas y francesas donde primaba el racionalismo y
la experimentación para llegar a conocer la esencia del universo.

En lo que la masonería inglesa se refiere, la pionera, cobijó las primeras reuniones del “Colegio Invisible”, del que surgiría luego la “Real Sociedad de Londres”.

MASONERIA INTERDISCIPLINARIA


Nuestra propuesta tiene en cuenta la necesidad de combinar ambas
corrientes, para renovar el interés de los Iniciados y de aquellos profanos que
en el futuro golpeen a nuestras puertas.
Pero la meditación a la que lleguemos debe tener cuerpo, esencia y disponer
del espacio reflexivo imprescindible para un aprovechamiento adecuado de la
Tenida. No solamente para provocar en el Hermano una fecunda introversión
que incremente su receptividad, sino para que se fomente el diálogo con los
otros Hermanos del Taller, que agregue conocimientos, que lo hagan meditar
sobre puntos de vista distintos al suyo. Se crearía así un diálogo reflexivo, en el
que no solamente contados Hermanos intervinieran, sino que la atención
concentrada de todo el público fomentara un egrégor en el que todas las
energías físicas, emocionales y mentales se aunaran para formar un núcleo de
consciencia colectivo propicio a una creación o percepción que va más allá de
la sensorial.

Dediquémonos ya a aceptar y catalizar esta metamorfosis esencial de la Orden
para lograr su subsistencia y otorgarle el impulso que tuvo en sus épocas de
oro.

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