Es de aceptación general entre los eruditos Bíblicos el hecho de que el Pentateuco no fue escrito por una sola persona como lo sugiere la tradición. Más bien, los análisis lingüísticos y la evidencia arqueológica (incluidos los famosos rollos del Mar Muerto) indican que las leyendas de la Biblia existían solamente como una tradición oral de cientos de años, antes de que fueran escritas, y que existen al menos cuatro fuentes separadas del texto del antiguo Testamento, conocidas como la fuente Yavítica, la Elohista, la sacerdotal, y la Deuteronómica, con cada sección re-escrita varias veces. Todas estas fuentes diferentes fueron editadas juntas en su forma final por una o varias personas desconocidas y comúnmente llamadas “el Redactor”, quien probablemente realizó esta labor alrededor del año 400 A.C.La fuente Yavítica se cree que fue la primera, y que vivió probablemente, durante el reinado de Salomón, rey de Israel (960-920 A.C.). Se cree que el Yavítico escribió vastas porciones del Génesis y del Éxodo. Es de esta fuente (denominada “Yavítica” por el hábito de referirse a Dios con el nombre de Yahvé [Jehová]) que tenemos la segunda de las dos narrativas de la creación en el Génesis. Si bien el capítulo segundo aparece más tardíamente en la Biblia, fue aparentemente escrito antes que el capítulo primero. La versión Yavítica de los Diez mandamientos, por ejemplo, (Éxodo 34) no menciona a Yahvé descansando y bendiciendo el séptimo Día (aparentemente el Sabath), porque la cronología del séptimo día dada en el capítulo primero de Génesis no había sido escrita todavía.La fuente Elohista (llamada así por el hábito de referirse a Dios como “Eloha”, o “El Señor”, en concordancia con la ley Judía, la cual prohibía pronunciar el nombre de Dios), vivió al rededor de 100 años después que “el Yavítico”. Algunos eruditos creen que el Elohista fue un sacerdote antimonárquico. La fuente Elohista escribió parte del Génesis y del Éxodo, pero aparentemente no escribió su versión de la historia de la creación. Si lo hizo, no fue incluida en la compilación definitiva llamada “La Biblia”.La fuente Deuteronómica, como su nombre implica, escribió gran parte del libro Bíblico Deuteronomio. Estos materiales aparecen por vez primera en el año 621 A.C., en una copia que se descubre oculta durante los trabajos de reparación del templo del rey Salomón. Si bien la tradición atribuye la autoría a Moisés, los hechos indican que el mismo fue preparado por un miembro o miembros del grupo sacerdotal que por entonces agitaban por reformas religiosas en el reino, reformas que coincidentemente brindarían a los sacerdotes de un mayor poder y control político sobre Israel. Luego de que fuera encontrado, el libro fue llevado al rey Josías, que implemento inmediatamente todas las reformas que el libro indicaba. Los nuevos escritos fueron añadidos a los de la fuente Yavítica y Elohista para formar el grueso de los libros Bíblicos del Deuteronomio, Josué, Primero & Segundo de Samuel, y Primero & Segundo de los Reyes.La fuente sacerdotal data de la caída de Jerusalén por Nabucodonosor en el 596 A.C. y del período de la cautividad de los hebreos en Babilonia (587-538 A.C.). En el exilio de Babilonia, los sacerdotes hebreos realizaron un colosal esfuerzo por mantener su cultura y religión viva, a través de la revisión de las tradiciones sacras. La fuente sacerdotal (no sabemos si de uno solo ó de varios hombres) agregó vastas secciones a la Biblia que entre otras cosas delinea rituales detallados y leyes religiosas, todas diseñadas para mantener las prácticas religiosas de los hebreos intactas, y prevenir que el pueblo se asimile al entorno babilónico. Es de esta fuente que los complicados rituales del Levítico fueron compilados, así como lo grueso de los libros de los profetas. Los textos Bíblicos existentes fueron también editados enfatizando la importancia del ritual religioso. La historia de Noé, por ejemplo, fue alterada. El Yavítico había escrito: “Y de cada ser viviente, de cada carne, dos de cada clase tomarás y pondrás en el arca, para mantenerlos con vida contigo, macho y hembra serán. De las aves según su clase, y del ganado según su clase, dos de cada clase vendrán para ser mantenidos vivos” (Génesis 6:19-20). Para la fuente sacerdotal, sin embargo, era importante que Noé sostenga todos los sacrificios y ofrendas rituales demandadas por la religión, así que se le agregó la narrativa: “De cada bestia limpia tomarás de a siete (nótese el número y su significado ritual-simbólico), el macho con su hembra, y de las bestias impuras de a dos, el macho y su hembra” (Génesis 7:2).Es de la fuente sacerdotal que tenemos el primer capítulo del Génesis, el cual, si bien es el primero de la Biblia, en realidad es lo último que se escribió del Antiguo Testamento. La versión sacerdotal de la leyenda de la creación, que va desde génesis 1:1 a Génesis 2:3, presenta un énfasis totalmente diferente a la versión Yavítica, encontrada en Génesis 2:4 a 2:25. El Yavítico se salta los detalles, así que sin mayor cronología ni explicaciones dice simplemente que Dios creó los cielos y la tierra, que Dios colocó a Adán allí hecho a su imagen y semejanza. La fuente sacerdotal por su parte es muy detallada.Los escritores de la Biblia se vieron fuertemente influenciados por las leyendas y tradiciones de otros pueblos. Algunas partes del texto sacerdotal, de hecho, mantiene afinidades inequívocas con ciertos mitos y leyendas Babilónicas.La versión sacerdotal de la leyenda de la creación en el Génesis, capitulo uno, posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish, un poema de unas mil líneas que fuera encontrado en las ruinas de la ciudad de Nínive, al norte de Irak. Este poema data del 2000 a 2600 A.C., mucho antes de cualquiera de las versiones de la leyenda de la creación del Génesis.El Enuma Elish nos cuenta de como el Dios Marduk creó el Universo en varias etapas. Primero, emanó luz de los Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento, un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish.Paralelismos se encuentran también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio. En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (A Noé no le fue tan bien). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles, y es muy probable que buena parte del Génesis fuera redactado bajo el influjo de la tradición Babilónica.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
EL GÉNESIS EN LAS TRADICIONES
BABILÓNICAS…..
Es de aceptación general entre los eruditos Bíblicos el hecho de que el Pentateuco no fue escrito por una sola persona como lo sugiere la tradición. Más bien, los análisis lingüísticos y la evidencia arqueológica (incluidos los famosos rollos del Mar Muerto) indican que las leyendas de la Biblia existían solamente como una tradición oral de cientos de años, antes de que fueran escritas, y que existen al menos cuatro fuentes separadas del texto del antiguo Testamento, conocidas como la fuente Yavítica, la Elohista, la sacerdotal, y la Deuteronómica, con cada sección re-escrita varias veces. Todas estas fuentes diferentes fueron editadas juntas en su forma final por una o varias personas desconocidas y comúnmente llamadas “el Redactor”, quien probablemente realizó esta labor alrededor del año 400 A.C.La fuente Yavítica se cree que fue la primera, y que vivió probablemente, durante el reinado de Salomón, rey de Israel (960-920 A.C.). Se cree que el Yavítico escribió vastas porciones del Génesis y del Éxodo. Es de esta fuente (denominada “Yavítica” por el hábito de referirse a Dios con el nombre de Yahvé [Jehová]) que tenemos la segunda de las dos narrativas de la creación en el Génesis. Si bien el capítulo segundo aparece más tardíamente en la Biblia, fue aparentemente escrito antes que el capítulo primero. La versión Yavítica de los Diez mandamientos, por ejemplo, (Éxodo 34) no menciona a Yahvé descansando y bendiciendo el séptimo Día (aparentemente el Sabath), porque la cronología del séptimo día dada en el capítulo primero de Génesis no había sido escrita todavía.La fuente Elohista (llamada así por el hábito de referirse a Dios como “Eloha”, o “El Señor”, en concordancia con la ley Judía, la cual prohibía pronunciar el nombre de Dios), vivió al rededor de 100 años después que “el Yavítico”. Algunos eruditos creen que el Elohista fue un sacerdote antimonárquico. La fuente Elohista escribió parte del Génesis y del Éxodo, pero aparentemente no escribió su versión de la historia de la creación. Si lo hizo, no fue incluida en la compilación definitiva llamada “La Biblia”.La fuente Deuteronómica, como su nombre implica, escribió gran parte del libro Bíblico Deuteronomio. Estos materiales aparecen por vez primera en el año 621 A.C., en una copia que se descubre oculta durante los trabajos de reparación del templo del rey Salomón. Si bien la tradición atribuye la autoría a Moisés, los hechos indican que el mismo fue preparado por un miembro o miembros del grupo sacerdotal que por entonces agitaban por reformas religiosas en el reino, reformas que coincidentemente brindarían a los sacerdotes de un mayor poder y control político sobre Israel. Luego de que fuera encontrado, el libro fue llevado al rey Josías, que implemento inmediatamente todas las reformas que el libro indicaba. Los nuevos escritos fueron añadidos a los de la fuente Yavítica y Elohista para formar el grueso de los libros Bíblicos del Deuteronomio, Josué, Primero & Segundo de Samuel, y Primero & Segundo de los Reyes.La fuente sacerdotal data de la caída de Jerusalén por Nabucodonosor en el 596 A.C. y del período de la cautividad de los hebreos en Babilonia (587-538 A.C.). En el exilio de Babilonia, los sacerdotes hebreos realizaron un colosal esfuerzo por mantener su cultura y religión viva, a través de la revisión de las tradiciones sacras. La fuente sacerdotal (no sabemos si de uno solo ó de varios hombres) agregó vastas secciones a la Biblia que entre otras cosas delinea rituales detallados y leyes religiosas, todas diseñadas para mantener las prácticas religiosas de los hebreos intactas, y prevenir que el pueblo se asimile al entorno babilónico. Es de esta fuente que los complicados rituales del Levítico fueron compilados, así como lo grueso de los libros de los profetas. Los textos Bíblicos existentes fueron también editados enfatizando la importancia del ritual religioso. La historia de Noé, por ejemplo, fue alterada. El Yavítico había escrito: “Y de cada ser viviente, de cada carne, dos de cada clase tomarás y pondrás en el arca, para mantenerlos con vida contigo, macho y hembra serán. De las aves según su clase, y del ganado según su clase, dos de cada clase vendrán para ser mantenidos vivos” (Génesis 6:19-20). Para la fuente sacerdotal, sin embargo, era importante que Noé sostenga todos los sacrificios y ofrendas rituales demandadas por la religión, así que se le agregó la narrativa: “De cada bestia limpia tomarás de a siete (nótese el número y su significado ritual-simbólico), el macho con su hembra, y de las bestias impuras de a dos, el macho y su hembra” (Génesis 7:2).Es de la fuente sacerdotal que tenemos el primer capítulo del Génesis, el cual, si bien es el primero de la Biblia, en realidad es lo último que se escribió del Antiguo Testamento. La versión sacerdotal de la leyenda de la creación, que va desde génesis 1:1 a Génesis 2:3, presenta un énfasis totalmente diferente a la versión Yavítica, encontrada en Génesis 2:4 a 2:25. El Yavítico se salta los detalles, así que sin mayor cronología ni explicaciones dice simplemente que Dios creó los cielos y la tierra, que Dios colocó a Adán allí hecho a su imagen y semejanza. La fuente sacerdotal por su parte es muy detallada.Los escritores de la Biblia se vieron fuertemente influenciados por las leyendas y tradiciones de otros pueblos. Algunas partes del texto sacerdotal, de hecho, mantiene afinidades inequívocas con ciertos mitos y leyendas Babilónicas.La versión sacerdotal de la leyenda de la creación en el Génesis, capitulo uno, posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish, un poema de unas mil líneas que fuera encontrado en las ruinas de la ciudad de Nínive, al norte de Irak. Este poema data del 2000 a 2600 A.C., mucho antes de cualquiera de las versiones de la leyenda de la creación del Génesis.El Enuma Elish nos cuenta de como el Dios Marduk creó el Universo en varias etapas. Primero, emanó luz de los Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento, un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish.Paralelismos se encuentran también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio. En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (A Noé no le fue tan bien). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles, y es muy probable que buena parte del Génesis fuera redactado bajo el influjo de la tradición Babilónica.
Es de aceptación general entre los eruditos Bíblicos el hecho de que el Pentateuco no fue escrito por una sola persona como lo sugiere la tradición. Más bien, los análisis lingüísticos y la evidencia arqueológica (incluidos los famosos rollos del Mar Muerto) indican que las leyendas de la Biblia existían solamente como una tradición oral de cientos de años, antes de que fueran escritas, y que existen al menos cuatro fuentes separadas del texto del antiguo Testamento, conocidas como la fuente Yavítica, la Elohista, la sacerdotal, y la Deuteronómica, con cada sección re-escrita varias veces. Todas estas fuentes diferentes fueron editadas juntas en su forma final por una o varias personas desconocidas y comúnmente llamadas “el Redactor”, quien probablemente realizó esta labor alrededor del año 400 A.C.La fuente Yavítica se cree que fue la primera, y que vivió probablemente, durante el reinado de Salomón, rey de Israel (960-920 A.C.). Se cree que el Yavítico escribió vastas porciones del Génesis y del Éxodo. Es de esta fuente (denominada “Yavítica” por el hábito de referirse a Dios con el nombre de Yahvé [Jehová]) que tenemos la segunda de las dos narrativas de la creación en el Génesis. Si bien el capítulo segundo aparece más tardíamente en la Biblia, fue aparentemente escrito antes que el capítulo primero. La versión Yavítica de los Diez mandamientos, por ejemplo, (Éxodo 34) no menciona a Yahvé descansando y bendiciendo el séptimo Día (aparentemente el Sabath), porque la cronología del séptimo día dada en el capítulo primero de Génesis no había sido escrita todavía.La fuente Elohista (llamada así por el hábito de referirse a Dios como “Eloha”, o “El Señor”, en concordancia con la ley Judía, la cual prohibía pronunciar el nombre de Dios), vivió al rededor de 100 años después que “el Yavítico”. Algunos eruditos creen que el Elohista fue un sacerdote antimonárquico. La fuente Elohista escribió parte del Génesis y del Éxodo, pero aparentemente no escribió su versión de la historia de la creación. Si lo hizo, no fue incluida en la compilación definitiva llamada “La Biblia”.La fuente Deuteronómica, como su nombre implica, escribió gran parte del libro Bíblico Deuteronomio. Estos materiales aparecen por vez primera en el año 621 A.C., en una copia que se descubre oculta durante los trabajos de reparación del templo del rey Salomón. Si bien la tradición atribuye la autoría a Moisés, los hechos indican que el mismo fue preparado por un miembro o miembros del grupo sacerdotal que por entonces agitaban por reformas religiosas en el reino, reformas que coincidentemente brindarían a los sacerdotes de un mayor poder y control político sobre Israel. Luego de que fuera encontrado, el libro fue llevado al rey Josías, que implemento inmediatamente todas las reformas que el libro indicaba. Los nuevos escritos fueron añadidos a los de la fuente Yavítica y Elohista para formar el grueso de los libros Bíblicos del Deuteronomio, Josué, Primero & Segundo de Samuel, y Primero & Segundo de los Reyes.La fuente sacerdotal data de la caída de Jerusalén por Nabucodonosor en el 596 A.C. y del período de la cautividad de los hebreos en Babilonia (587-538 A.C.). En el exilio de Babilonia, los sacerdotes hebreos realizaron un colosal esfuerzo por mantener su cultura y religión viva, a través de la revisión de las tradiciones sacras. La fuente sacerdotal (no sabemos si de uno solo ó de varios hombres) agregó vastas secciones a la Biblia que entre otras cosas delinea rituales detallados y leyes religiosas, todas diseñadas para mantener las prácticas religiosas de los hebreos intactas, y prevenir que el pueblo se asimile al entorno babilónico. Es de esta fuente que los complicados rituales del Levítico fueron compilados, así como lo grueso de los libros de los profetas. Los textos Bíblicos existentes fueron también editados enfatizando la importancia del ritual religioso. La historia de Noé, por ejemplo, fue alterada. El Yavítico había escrito: “Y de cada ser viviente, de cada carne, dos de cada clase tomarás y pondrás en el arca, para mantenerlos con vida contigo, macho y hembra serán. De las aves según su clase, y del ganado según su clase, dos de cada clase vendrán para ser mantenidos vivos” (Génesis 6:19-20). Para la fuente sacerdotal, sin embargo, era importante que Noé sostenga todos los sacrificios y ofrendas rituales demandadas por la religión, así que se le agregó la narrativa: “De cada bestia limpia tomarás de a siete (nótese el número y su significado ritual-simbólico), el macho con su hembra, y de las bestias impuras de a dos, el macho y su hembra” (Génesis 7:2).Es de la fuente sacerdotal que tenemos el primer capítulo del Génesis, el cual, si bien es el primero de la Biblia, en realidad es lo último que se escribió del Antiguo Testamento. La versión sacerdotal de la leyenda de la creación, que va desde génesis 1:1 a Génesis 2:3, presenta un énfasis totalmente diferente a la versión Yavítica, encontrada en Génesis 2:4 a 2:25. El Yavítico se salta los detalles, así que sin mayor cronología ni explicaciones dice simplemente que Dios creó los cielos y la tierra, que Dios colocó a Adán allí hecho a su imagen y semejanza. La fuente sacerdotal por su parte es muy detallada.Los escritores de la Biblia se vieron fuertemente influenciados por las leyendas y tradiciones de otros pueblos. Algunas partes del texto sacerdotal, de hecho, mantiene afinidades inequívocas con ciertos mitos y leyendas Babilónicas.La versión sacerdotal de la leyenda de la creación en el Génesis, capitulo uno, posee una serie de afinidades con la leyenda Babilónica del Enuma Elish, un poema de unas mil líneas que fuera encontrado en las ruinas de la ciudad de Nínive, al norte de Irak. Este poema data del 2000 a 2600 A.C., mucho antes de cualquiera de las versiones de la leyenda de la creación del Génesis.El Enuma Elish nos cuenta de como el Dios Marduk creó el Universo en varias etapas. Primero, emanó luz de los Dioses Babilónicos para iluminar su trabajo. Luego, Marduk creó el firmamento, un duro y claro “techo” que se sostiene por encima del cielo. Luego, Marduk creó la tierra seca, por debajo del firmamento, y luego creó las luces de los cielos. Finalmente, Marduk creó a los humanos, y en el día final los Dioses descansaron y celebraron. El orden de la narrativa en el Génesis sustenta signos inequívocos de la influencia del Enuma Elish.Paralelismos se encuentran también entre el Génesis y la leyenda épica Babilónica de Gilgamesh, escrita alrededor del 2000 A.C. En Gilgamech, encontramos la historia de Utnapishtim, un hombre al que la Diosa Ea le informa que la tierra será destruida por el Dios Enlil en un rapto de cólera, ahogándolo todo en un gran diluvio. En respuesta, Utnapishtim fabrica un gran barco de madera, y lo carga con si mismo, su familia, y toda clase de animales vivos. Grandes lluvias azotan la tierra por seis días, todo es inundado y ahogado excepto Utnapishtim y su bote. Luego que las aguas “bajan”, Utnapishtim envía a una paloma, luego una golondrina, y por último a un cuervo a encontrar tierra seca. Luego del diluvio, Utnapishtim y su esposa son recompensados por los Dioses y hechos dioses a si mismos, y son llevados al cielo. (A Noé no le fue tan bien). Demás está decir que las similitudes entre este poema y la leyenda de Noé son inconfundibles, y es muy probable que buena parte del Génesis fuera redactado bajo el influjo de la tradición Babilónica.
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